Para entender la importancia de la Secretaría de Gobernación del Poder Ejecutivo Federal, hay que comentar que, desde mediados del siglo pasado, se le asignaron dos tareas que han sido fundamentales tanto para una mejor coordinación de las áreas de la administración pública, como para la búsqueda de una mayor seguridad y paz social.

Por una parte, están las atribuciones que le otorga el artículo 27 de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, como actividades sustantivas, pero históricamente ha tenido también, un papel relevante en conducción de la vigencia institucional de este país.

En los últimos años, hemos sido testigos públicos, de la disminución de la fuerza de la SEGOB, tanto para ejercer sus facultades de ley, como en su relación con las otras secretarías, instituciones, organismos, poderes, gobiernos locales, etc.

La historia nos demuestra que siempre que Gobernación ha tenido una presencia activa, la conducción de las tareas del Estado Mexicano, se realizan con mayor eficacia. Por ello es necesario e indispensable que recobre la importancia que le asignan las leyes y que el exigen las circunstancias.

Debe recuperar la autoridad y jefatura en la Coordinación del Gabinete. Del artículo 7 y de la fracción II del 27, de la Ley Orgánica, se desprenden estas facultades. No debe suceder nunca más, escuchar a su titular en el pasado, lamentar que, por cuestiones de género, no le hacían caso en las reuniones del gabinete de seguridad. Si no hay dirección firme, cada Secretaría camina por su lado.

Está precisa la función de conducir las relaciones del Poder Ejecutivo, con los otros poderes, sobre todo para garantizar el mejor desempeño en el proceso legislativo y evitar acusaciones de falta de capacidad de operación política. Por otro lado, las Instituciones autónomas deben recibir un mejor trato, que la denostación constante en las conferencias mañaneras. Cuidar esta relación es tarea de SEGOB.

Es necesario y urgente, retomar una política migratoria ajustada al marco legal, que privilegie los intereses de la nación y con absoluto respeto a los derechos humanos. Hoy no sabemos si las decisiones en el tema se toman en otra secretaría o peor, desde otro país.

La enorme tarea, de trabajar de forma coordinada para prevenir, atender, sancionar y erradicar, por parte del sector público federal, estatal y de organismos, a todas las formas de violencia contra la mujer, recae en esta dependencia. Hasta ahora no se ha elaborado una política pública, que corresponda con el aumento de la incidencia. En la estadística, esta violencia es la que más delitos está generando.

Como dato importante y hasta curioso, le corresponde por ley, llevar la comunicación social del Gobierno Federal y la relación con los medios masivos de información, así como supervisar los programas de comunicación y publicidad del resto de dependencias y entidades. Si esto se retoma, dejaremos de ver los cuestionamientos agresivos a diferentes medios, en las conferencias diarias que, incluso pueden caer en lo ilegal.

Fundamental será redefinir la estrategia de información. Históricamente el área de inteligencia, la operaba Gobernación. Quitársela es como retirar la dentadura a un león. No es lo mismo que solo se investigue para temas de prevención y persecución del delito, que además permita contar con elementos para preservar la seguridad e integridad nacional. La SEGOB no puede ser dependiente en este tema. Debe recobrar por razón necesaria esta capacidad.

Hay otros temas a los que no se les ha dado importancia. Establecer con mayor eficiencia, la posibilidad de operar con partidos políticos y actores no aliados. No solo deben ver adversarios. El dialogo entre ejércitos contrarios, logró la independencia. El acuerdo nacional, generó las Leyes de Reforma y las Constituciones de 1857 y 1917, no solo fue la imposición del grupo triunfante.

Se necesita una Secretaría de Gobernación fuerte, actuante, con presencia nacional, que cumpla con la ley y que coadyuve en la preservación del Estado de Derecho. Claro que para todo ello se necesita un pequeño o quizá el mayor requisito. De acuerdo con lo que hemos visto, solo hace falta que el Presidente se lo permita. Ojalá que sí.


Exgobernador de Hidalgo

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