Por fin se dio a conocer la noticia que tanto se rumoró por más de 10 meses: El piloto mexicano , ganador de seis Grandes Premios y subcampeón de la categoría en 2023, regresa a la Fórmula 1 en 2026, de la mano de Cadillac.

El tapatío, quien tendrá de compañero al finlandés Valtteri Bottas (subcampeón también, en dos ocasiones), retorna al máximo circuito acompañado de una nutrida fanaticada, la cual —me atrevo a decir— ya no sólo se limita a nuestro país, sino al resto del mundo, en donde (hay que decirlo) Checo es un piloto de élite y rentable, tanto a nivel deportivo como comercial.

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Sin embargo, los fanáticos deben entender y asumir varios factores, para que se acompañe a Checo de la mejor manera:

1.— Cadillac es una escudería nueva en la Fórmula 1. Por primera vez desde 2016, el Gran Circo contará con 11 equipos, algo a lo que el resto de las escuderías se había resistido de manera tajante. Sin embargo, Cadillac —de la mano de un gran gestor, como TWG Motor-sports (entidad involucrada en equipos de futbol como el Chelsea, en el beisbol con los Dodgers de Los Ángeles y en el basquetbol con los Lakers)— convenció a la FIA de que llega con todo para aspirar a convertirse en protagonista. Pero, a todas luces, deberá pasar por una curva de aprendizaje y construcción, la cual —de la mano de gente experimentada como el propio Pérez— buscará ser lo más corta posible. ¿Cuánto es esto? Puede ir de los tres a los cinco años... O más.

2.— No esperemos podios. Objetivamente hablando, si Checo termina entre los 10 primeros lugares del campeonato de pilotos en los próximos dos años, habrá logrado una proeza inconmensurable. Equipos como Haas, entre 2020 y 2021, sólo lograron tres puntos, lo que habla de la complejidad que puede ser para un equipo “nuevo” (debutó en 2016) ponerse en ruta ganadora. Para muchos aficionados, será decepcionante ver a Pérez fuera de los podios y las unidades; quizá, salten del barco antes de que termine la próxima temporada. Pero los fierros no tienen palabra y los Grandes Premios deben correrse, y sí puede darse todo lo contrario, aunque las historias felices —al menos en el deporte motor— no se construyen de la noche de la mañana. Sólo hay que ver a McLaren, que le tomó 25 años regresar a la cima, o a Red Bull seis ganar su primer título. Muchos recordarán la historia de Brawn GP, equipo que en 2009 lo logró en su temporada de debut, pero esa fue una historia extraordinaria. Se puede repetir, pero sería sumamente raro.

3.— La exigencia no debe caer. Con todo lo anterior, no se trata de dejar de exigirle a Checo buenos resultados. La filosofía que le ha impuesto siempre Carlos Slim, como su principal patrocinador desde categorías inferiores, ha sido clara: Llevar al auto un lugar por encima de sus posibilidades, de modo que si está para ser décimo, llevarlo al noveno, y así cada año. ¿Dónde estará Cadillac realmente? Lo sabremos pronto, a partir del Gran Premio de Australia 2026.

Así que nuestra bandera estará nuevamente presente en la máxima categoría, acompañanando a Checo Pérez, quien deberá poner toda su experiencia para construir una nueva página en el automovilismo mexicano, porque su lugar en la historia ya se lo ha ganado.

Disfrutémoslo.

@jorgedialogante

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