Quienes juegan ajedrez viven estados emotivos únicos e irrepetibles en su intento por superar a un adversario que pretende lo mismo: obtener supremacía. En esta batalla, las emociones también cuentan.
Surgen de las dificultades inherentes a la lucha. Según el filósofo Jean Paul Sartre , “La dificultad es una cualidad objetiva del mundo que se ofrece a la percepción y es ella la que determina la naturaleza de las emociones.”
Una partida es un duelo en el que un jugador trata de derrotar a otro y la única opción que éste tiene para salvarse es vencer a su rival. Esto es lo que emociona, ya que son reacciones a estímulos negativos o positivos.
Los negativos provienen de las amenazas, celadas o ataques enemigos. Los positivos, de las respuestas acertadas, la obtención de la iniciativa o la consecución de la victoria mediante un concluyente jaque mate. Superar las dificultades es lo que emociona.
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Partida: Las negras toman un peón, pero resulta envenenado, ya que, mediante un letal movimiento de torre, las blancas atrapan la dama negra y ganan.
Blancas: Juan Carlos González
Negras: Isaac García
Morelia, Michoacán, 2016. Gambito Blumenfeld
1.d4 Cf6 2.c4 e6 3.Cf3 c5 4.e3 d5 5.Cc3 a6 6.a3 dxc4 7.Axc4 b5 8.Aa2 Ab7 9.0–0 Cbd7 10.De2 Db6 11.Td1 Td8 12.e4 cxd4 13.Cxd4 Ce5 14.Ae3 Ac5 15.Cd5 Axd5 16.exd5 Cxd5 17.Cxe6 fxe6 18.Axc5 Dxc5 19.Dxe5 0–0 20.Dxe6+ Rh8 21.Axd5 Dxf2+ 22.Rh1 Tf6 23.De1 Dxb2 (Diagrama. Las negras capturan un peón envenenado y su dama queda atrapada. 24.Ta2, rinden negras.
