¡No la vi! Exclamación frecuente en ajedrez cuando se descubre un movimiento o combinación que pudo dar un curso diferente a la contienda.

Se emplea sobre todo durante el análisis post mortem, que tradicionalmente se hace al finalizar el juego. En buena medida, el éxito ante el tablero depende de la penetración y amplitud de la mirada.

Lo que se busca son medios veraces y redituables, esto es, factores, temas y detalles que lleven el triunfo. Es un acto de visión y selección. “Visión es el arte de ver las cosas invisibles” , decía el escritor Jonathan Swift . Lo que el ajedrecista trata de ver es aquello que le permita obtener ventaja e imponerse.

“Somos ciegos que pueden ver, pero no miran”
“Somos ciegos que pueden ver, pero no miran”

Es evidente que la belleza del juego y la victoria están en los datos que ofrece al intelecto lo contemplado.

El pensador David Hume dijo: “La belleza de las cosas existe en el espíritu de quien las contempla” . Lo malo es que, tanto en el ajedrez como en la vida, no miramos lo que podemos ver. Con frecuencia nos ocurre lo que evidenció el escritor portugués José Saramago: “Pienso que todos estamos ciegos. Somos ciegos que pueden ver, pero no miran” . ¿Cómo ve?

rjavier.vargas.p@gmail.com

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