La práctica del ajedrez fortalece la voluntad y el control de sí mismo. El anhelo de vencer mediante el entendimiento que razona y el domino de sí, se relacionan con lo dicho por el filósofo francés Diderot (1713- 1784): “La voluntad es, en cada individuo, un acto puro del entendimiento que razona en el silencio de las pasiones…”

La seguridad de sí mismo y la fuerza de voluntad garantizan el éxito en el ajedrez y en la vida, sobre todo en circunstancias difíciles o en momentos críticos. Son cualidades que revelan la personalidad y el carácter del individuo.

El buen ajedrecista cree en su talento, es persistente, aprende de sus derrotas y sabe triunfar con hidalguía. El escritor inglés Thomas Hamblin (1873- 1958) afirmó: “Todo hombre que triunfa se distingue por la espléndida confianza en sí mismo, y quien carezca de esta cualidad espiritual, jamás podrá vencer. Nunca hemos encontrado una persona triunfadora que no creyera total y absolutamente en sí misma.”

rjavier.vargas.p@gmail.com

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