A diferencia de otros países en donde los gobiernos han destinado planes de apoyo sostenidos a favor de las empresas, en México, los empresarios han tenido, en su mayoría, que hacer malabares para mantenerse a flote. Según cifras oficiales, la pandemia ha cedido en número de infecciones y muertes. Sin embargo, los efectos económicos persisten y son las empresas las que han optado por medidas extraordinarias para mantener, en la medida de lo posible, fuentes de trabajo e ingresos.

Cuando analizamos las cifras que el INEGI ha compartido recientemente en su tercera entrega de la Encuesta sobre el impacto generado por COVID-19 en las empresas (ECOVID-IE), observamos un comportamiento muy interesante. Solo para abrir boca, la encuesta reporta apenas un 4% de empresas que manifestaron haber recibido algún tipo de apoyo. Cualquiera podría suponer que, conforme las restricciones sanitarias se vayan relajando, habrá una recuperación paulatina de los niveles de ingreso, demanda y empleo a los que estábamos acostumbrados en marzo de 2020 cuando inicio la pandemia. La realidad es que no será así. La reducción de personal, aplicación de paros técnicos y la disminución de remuneraciones y prestaciones, han enseñado a la clase empresarial a hacer más (relativamente hablando) con menos. Lo anterior se puede observar en una serie de métricas que muestra la propia encuesta. Por ejemplo, a pesar de que el porcentaje de empresas, que han visto disminuidos sus ingresos y demanda, ha venido a la baja, en contraste, el porcentaje de negocios que han hecho reducciones de personal ha aumentado. ¿Pero cómo es esto posible? Si menos empresas han sido afectadas entre abril de 2020 y febrero del 2021, ¿por qué las empresas continúan despidiendo personal? Otro ejemplo, entre la segunda y tercera entrega de la encuesta, el porcentaje de empresas que reportaron haber reducido las remuneraciones y prestaciones del personal, aumentó casi dos puntos porcentuales. Sin embargo, también es cierto que, aunque la base de negocios que han reducido personal o remuneraciones viene en aumento, los porcentajes promedio de afectación de estos dos parámetros vienen a la baja, es decir, han aumentado las empresas que siguen despidiendo personal pero el porcentaje promedio de personas que despiden es cada vez menor. Lo anterior también ocurre con las remuneraciones. Hay cada vez más empresas que hacen ajustes salariales pero los porcentajes promedio de afectación han sido menores mientras transcurre el tiempo. ¿A qué nos va a llevar todo esto? La respuesta es que las empresas buscarán (y ya lo están haciendo de hecho) ser más eficientes en el uso de sus recursos materiales y humanos, mientras no lleguen los ansiados apoyos fiscales que los negocios mexicanos tanto demandan y que la propia encuesta demuestra a todas luces.

Director de PQR Planning Quant.
@castrorivan
@PlanningQuant

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