Si pensamos en el idioma común que hablan las grandes masas poblacionales quizás el primero que nos venga a la mente sea el inglés, aunque ocupe el tercer lugar de la lista con más hablantes nativos (pero cierto, primer lugar en hablantes totales); el chino, como seguramente ya sabe, es el idioma más hablado en el mundo, más o menos una de cada seis personas se comunican en esta lengua. Según el Instituto Cervantes, somos unos 577 millones de personas que hablamos español en el mundo; en el top está también el hindi, más de 600 millones de hablantes totales, unos 341 millones en lengua materna, un dato impresionante tomando en cuenta que en la India hay unas 22 lenguas oficiales; podríamos mencionar también del árabe, que se habla prácticamente en todo el norte de África; o el francés, con casi 300 millones de hablantes totales.

Si bien el inglés es una lengua con gran demanda internacional, no podríamos decir que es “la lengua universal” hay muchos que se resisten férreamente (pregunte a un francés); y esta idea de lengua universal, más allá de ser un asunto de economías o de imperialismos, ya ha tratado de instaurarse más de una vez, de manera digamos “artificial”, el ejemplo más conocido es el esperanto, aunque hoy no pasen de ser unos 2 millones de hablantes. En estos listados mentales difícilmente pensaríamos en la lengua (o en este caso lenguas) eslava, a pesar de que, en su conjunto, estamos hablando de unas 400 millones de personas. Las lenguas eslavas van del ruso, al croata, pasando por el polaco y el serbio.

En el caso de estas lenguas estamos hablando de un grupo de países vecinos que van desde el norte de Grecia y el este de Alemania, hasta el total del territorio ruso, más de una decena de países con idiomas distintos y una raíz común, la necesidad de una comunicación eficaz entre este grupo de vecinos es innegable.

Aquí es donde nace el intereslavo, una lengua común creada a partir de algoritmos que ponderan el peso de las palabras en cada idioma según su población; esta lengua tiene la capacidad de ser entendida por las 400 millones de personas que conforman los territorios donde se hablan las lenguas eslavas, lo que lo convertiría en uno de los idiomas más hablados del mundo. El intereslavo es creación del matemático checo Vojtech Merunka y el lingüista holandés Jan Van Steenbergen, basada en un concepto conocido como “bilingüismo pasivo”, más o menos lo que sucede en algunas regiones del país vasco en el que sus habitantes, además de la lengua vasca, entienden el español o el francés, aunque no necesariamente lo hablen.

El intereslavo parte el eslavo clásico y deriva en una lengua de 37 mil palabras que puede reconocer cualquier habitante, medianamente culto, de aquellas zonas. Incluso, en el festival de Venecia se ha proyectado ya el primer filme usando esta “nueva lengua”.

Las pretensiones con el intereslavo son sin duda tan gigantescas como la población a la que espera influir, el uso de la tecnología para crear un nuevo idioma regional da buenas expectativas a sus creadores, la tecnología es la que haría la diferencia en este caso para que el intereslavo no termine en la misma situación que el esperanto.

herles@escueladeescritoresdemexico.com

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