No es obligatoria, pero sí necesaria. Por eso, han iniciado el proceso de vacunación para los atletas mexicanos rumbo a , sin importar si ya tienen su clasificación y, claro, pasándose por el “arco del triunfo” el Plan Nacional de Vacunación.

Por primera vez en la historia del deporte mexicano, clasificar a unos Olímpicos te da mucho más que sólo la oportunidad de competir y buscar una medalla, te otorga una de las codiciadas vacunas que tanto se han tardado en suministrar a adultos mayores, médicos, enfermeras, camilleros, maestros.

Según el propio esquema presentando por la Secretaría de Salud, los atletas que se encuentran en la franja que pertenece al Grupo 5 , deben ser atendidos entre el 5 de junio de 2021 y marzo de 2022; es decir, no les daría tiempo de llegar a Tokio con la vacuna aplicada. Por eso son privilegiados, estarán siendo atendidos antes que los demás programados para ser receptores de la inmunización entre febrero y junio, cuando se comprenden las etapas 2, 3 y 4.

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No está mal. Según el Comité Olímpico Mexicano, no es obligatorio llegar vacunado; incluso, Thomas Bach —presidente del organismo internacional— dijo lo propio, como si ellos fueran el Primer Ministro de Japón, país que quiso cancelar los Juegos, pero la presión del COI —combinada con la de la NBC, poseedora de los derechos de transmisión, por los que pagó siete mil millones de dólares— ha hecho que existan imprecisiones y grandes lagunas.

Japón

no quería recibir atletas sin vacunar, y ahora resulta que, por cuestiones de religión o ideología, quienes no quieran vacunarse, no hay problema.

En México

, ya han vacunado a atletas que ni siquiera están clasificados, como clavadistas y taekwondoínes... Un reverendo desorden. Eso sí, a costillas de la complicidad de Conade y COM, que —aunque se laven las manos— son los responsables directos. Y hay casos como la selección de softbol femenil, que ya tiene boleto y ni siquiera les han hecho caso para que sean vacunadas. Hay poco más de 50 atletas vacunados, junto a algunos entrenadores, y muchos ni irán a Tokio por méritos deportivos.

¿Y a qué viene todo esto? La Selección de futbol, que juega la final del Preolímpico esta noche contra Honduras, debe definir cuanto antes a los 18 jugadores, contando refuerzos, que asistirán a Tokio. Apegándose a los tiempos y la decencia, los elegidos deben ser vacunados, ya con ambas dosis, antes de junio. Poco tiempo le queda a Lozano para elegir, y aunque ya le avisaron del COM que puede hacer una preselección de 50 jugadores, sería caer en el mismo descaro que otras federaciones.

En el futbol mexicano

existe independencia, fuerza económica y talento directivo, así que Lozano sabrá muy pronto su fecha límite para entregar la lista. Las negociaciones para tener refuerzos serán en tiempo reducido. Más les vale tener el plan perfectamente organizado y que los futbolistas que reforzarán al equipo estén convencidos y autorizados por su directiva. Para los Olímpicos, por obligación, los equipos deben soltar a jugadores menores de 24 años de edad; los demás, son a voluntad del club. No la tiene fácil Jaime Lozano.

@gvlo2008

gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx

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