Quedan poco más de dos semanas para el inicio de los y la sensación que se tiene es que en Japón preferirían que no se llevaran a cabo. Y esa mayoría que pide la cancelación tiene razón en algo: ante el alza de contagios, la prioridad debe ser cuidar la salud de la gente.

Sin embargo, el Comité Organizador y el Comité Olímpico Internacional se mantienen en que se lleven a cabo. Esta semana habrá una reunión importante para definir si habrá aficionados o no. Mientras esa junta se lleva a cabo, la sensación de que —para poder ingresar a este país— ponen y ponen cada vez más trabas, deja entrever que mejor sería que no se hicieran.

Ahora, en Japón todo está perfectamente calculado. Para aquellos que irán a Tokio, deben hacerse dos pruebas PCR antes de viajar , con diferencia de un día. Y desde que se suban al avión, probarán otra vez el distanciamiento social , algo que en países como México ya se ha perdido.

Y hablar de contacto físico, imposible. Claro que esto tiene una razón de ser, pero es otro reflejo de lo fríos y grises que pueden llegar a ser estos Juegos Olímpicos . Qué duro, la vida nos da una lección. Unos Olímpicos, cómo también el Mundial, son sinónimo de fiesta, reuniones, convivencia. Entre los atletas, entre la gente que va al país anfitrión, entre todos. Pero eso, por ahora, está prohibido.

Y seguirá prohibido seguramente, ya que buscarán cuidar a toda costa que no haya contagios , algo que es complicado, y lo que es el gran reto para los organizadores, sobre todo cuando ha habido un repunte en prefecturas como la de Tokio.

Los Juegos Olímpicos

no serán nada cercano a lo que hemos conocido a lo largo de la historia. Mejor hubiera sido que se cancelaran, aunque eso no depende —parece— de Gobiernos ni de ciudadanos. Hoy, los japoneses pudieran no decidir lo que pasará en su nación en los próximos días, y eso es lo más peligroso en estos momentos.

Google News

TEMAS RELACIONADOS