La semana pasada, y toda vez que la Universidad Anáhuac es uno de los Miembros Afiliados de la Organización Mundial del Turismo –OMT–, tuve la oportunidad de participar (de manera virtual) en la 42 Sesión Plenaria de este colectivo. Al respecto, vale la pena recordar que una singularidad de la OMT es que funcionando como una de las agencias de las Naciones Unidas, además de estar conformada por estados soberanos en calidad de miembros efectivos y territorios sin competencias sobre sus relaciones internacionales que participan como miembros asociados, sus estatutos incluyen la figura de miembro afiliado, lo que permite que el sector privado, las organizaciones de destinos y una amplia red de universidades, tengan un lugar en la definición y seguimiento de la agenda del turismo mundial.

De manera inusual, en el marco de la inauguración se anunció la intervención del Secretario de Turismo de México, Miguel Torruco. La citada condición de inusual obedece a la propia naturaleza del foro –miembros afiliados y no Estados miembros–; lo normal en estas reuniones es que en la parte dedicada a las formalidades de una inauguración, se escuchen mensaje de los funcionarios de alto nivel y de las autoridades de los países anfitriones de las reuniones –en este caso, por haber sido la sede de la reunión Madrid, estuvieron presentes e hicieron uso de la palabra en dicho espacio José Luis Martínez-Almeida, Alcalde de Madrid y Reyes Maroto, Ministra de Industria, Comercio y Turismo de España–.

Habiendo dicho lo anterior la intervención de Torruco me parece que fue pertinente, comedida y relevante, y explico a continuación porque pienso así.

Sobre la pertinencia, y con la experiencia de haber trabajado en la OMT, tengo la certeza de que las membresías que pagan los países funcionan –un poco, al menos– como el pago de la cuota de un club deportivo. Es decir, se paga lo mismo por usarlas que por no usarlas. Dicho de otra manera, el lugar que tenga México en la OMT depende de la importancia que nuestro país asigne a impulsar desde esta tribuna una agenda multilateral; antes señalé que era inusual que hubiera este tipo de intervenciones y, por ello, merece mayor reconocimiento el que se haya abierto un lugar en este momento privilegiado del programa de la reunión, para el Secretario de Turismo de México.

Acorde con la naturaleza del crítico momento que enfrenta el turismo mundial, el mensaje de ninguna manera fue estridente e hizo un apropiado llamado a perseverar en los esfuerzos por orientar la recuperación; por otro lado, y, acaso lo más importante, Torruco habló de que la propia condición que enfrenta el turismo ante la pandemia, debe ser un llamado para que los países y los destinos turísticos del mundo reflexionen sobre la necesidad de que en los años por venir, se hace necesario entender la conveniencia de migrar hacia un modelo de desarrollo turístico más humano y social. Agregaría yo, más sostenible.

No se puede sino estar de acuerdo con un señalamiento como este y, en la misma lógica es que sigue siendo difícil de entender, los limitados apoyos que ha recibido

el sector turístico nacional en la actual coyuntura. Ello, además de profundizar la afectación actual y retrasar la recuperación, muy probablemente, causara la pérdida de capacidades estructurales. Ejemplo de ello es la pérdida de empleos, pues muchas de esas personas que han invertido años en su propia preparación y en quienes las empresas también han invertido, ante la urgencia de obtener alternativas para sustentar los gastos de un hogar, muy probablemente migren hacia otras actividades productivas.

Es de destacar, sin duda, el pobre saldo legislativo que hasta ahora se entrega, pues cerca de nueve meses después del inicio de la contingencia, los entregables derivados de procesos legislativos federales para paliar el daño de la industria brillan… por su ausencia. Obviamente, este resultado no tiene que ver con la carencia de propuestas, pues estas se han hecho –por activa y por pasiva– en diversos foros y reuniones, en los que representantes de las diferentes actividades que conforman el turismo mexicano, además de comunicar lo dramático de los daños, las han planteado de manera concreta.

Faltando poco más de un mes en el calendario legislativo, no se ve como las cosas puedan cambiar.

Director del Centro de Investigación y Competitividad Turística (Cicotur) Anáhuac.
Twitter: @fcomadrid

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