¡Qué revuelo ha causado la idea de gozar de 12 días de vacaciones desde el primer año de trabajo! Sin duda los mexicanos necesitamos más equilibrio y balance en nuestras vidas. No obstante, habría que considerar que una buena calidad de vida depende de muchos factores: bienestar físico, social, laboral, personal, económico, emocional, entre otros. Digamos que la noticia es un gran paso, pero solo es la punta del iceberg, aún falta mucho por hacer como sociedad para promover y procurar el balance.

Tener más días de vacaciones quizá no es la solución a un problema cuyas raíces son complejas. De acuerdo con datos de la OCDE, México es el país con el mayor promedio de horas trabajadas por individuo al año (2 mil 124); trabajamos 400 horas más que el promedio de las naciones que conforman la organización; tenemos el periodo vacacional más corto del continente americano (solo seis días cuando hay naciones dan hasta 30 por ley); y nuestro nivel de productividad es de los más bajos. (Qué decir del rango promedio de los salarios).

En resumen, vemos que los trabajadores mexicanos trabajamos mucho, descansamos poco, pero también producimos poco. Pasar de seis a 12 días de vacaciones desde luego es un titular atractivo, pero ¿qué hay más allá?

Como sabemos, nuestra cultura enaltece salir de la oficina después del jefe o estar frente a la computadora hasta 11 horas, sin embargo, con este tema en boga y ante los datos de la OCDE, sería muy bueno reflexionar qué competencias nos hace falta desarrollar para convertirnos en una sociedad más eficiente.

Desde mi perspectiva, tenemos una baja educación −desde el preescolar e incluso una vez dentro de las organizaciones− de cómo orientar nuestra actividad a resultados, autogestionarnos y tener claros nuestros objetivos.

Por fortuna hoy existen muchas técnicas y herramientas para romper con la cultura de las horas de trabajo y el presentismo. Mejor pensemos qué cambios y aprendizajes debemos de adquirir como individuos y organizaciones para hacer más eficientes las horas y días de trabajo con el fin no solo de gozar de 12 días de vacaciones el primer año, sino de 20 o hasta 30. Esa sería mi primera invitación. La segunda es hacer un análisis de esta reforma a nivel económico y empresarial.

Debemos de recordar que las cuotas obrero patronales del IMSS y del Infonavit están basadas en el salario diario integrado, el cual se calcula con el salario diario multiplicado por el factor de integración. Este, a su vez, se calcula con las prestaciones ofrecidas por el patrón (aguinaldo, vacaciones, horas extras, prima vacacional) y los años que lleva el trabajador laborando en la empresa.

Veamos con números cómo se modifica el escenario con 6 y 12 días de vacaciones para el trabajador respectivamente:

El incremento tendría un efecto en materia seguro social dado que, al gozar de más días de vacaciones, se afecta el concepto de prima vacacional aumentándolo y elevando el salario base de cotización (SBC).

Tomando en el primer año de un trabajador con las prestaciones mínimas de ley (15 días de aguinaldo y 25% de prima vacacional y 6 días de vacaciones), se obtiene el siguiente factor de integración:

Más días de vacaciones: su impacto en la productividad y en las finanzas de las empresas
Más días de vacaciones: su impacto en la productividad y en las finanzas de las empresas

Este es el que se obtendría con los 12 días de vacaciones:

Más días de vacaciones: su impacto en la productividad y en las finanzas de las empresas
Más días de vacaciones: su impacto en la productividad y en las finanzas de las empresas

Si la comparación se hace integrando un salario de $250 pesos diarios, se obtiene la siguiente variación en el SBC:

Más días de vacaciones: su impacto en la productividad y en las finanzas de las empresas
Más días de vacaciones: su impacto en la productividad y en las finanzas de las empresas

Aquí vemos que hay 0.0041 centavos de variación. No es gran cosa… a menos de que esto se multiplique por los millones de trabajadores formales de este país, al interior de empresas con plantillas de cientos o miles de trabajadores. ¡Eso sin duda es mucho dinero!

Veamos ambos lados de la moneda: el trabajador quiere más descanso, el empresario podría esperar aún menos productividad de sus colaboradores que tendrán más días de vacaciones. En mi opinión, el reto aquí sería subsanar en todo caso la metodología de trabajo para resolver periodos más largos de vacaciones sin afectar la operación.

Estoy totalmente a favor de que se incremente el número de vacaciones; que aumente la recaudación para mejorar muchos servicios; las pensiones tienen que crecer, pero me temo que nos preocupa más que se tomen 12 días en lugar de seis y no estamos viendo la foto completa, el impacto financiero que tiene esto para las organizaciones.

El bienestar es un concepto muy amplio que tenemos que atacar desde diversos rubros, pero muchas veces nos quedamos en la superficie del titular, echemos un vistazo a lo que hay debajo de todo eso.

Directora general de Factor RH y especialista en desarrollo de capital humano

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