Dice el dicho que no hay fecha que no se cumpla, plazo que no se venza, ni deuda que no se pague y a todos o por lo menos a la inmensa mayoría nos llegó la oportunidad, a algunos hace ya tantos años que apenas y se acuerdan, en otros tiempos la situación para hacerlo era muy difícil, había incluso a quienes se le tenía prohibido, otros recuerdan con mucha lucidez esa primera vez, cuando se sienten en confianza hasta una sonrisa se esboza en sus labios cuando te cuentan algunos detalles, en fin, tienen muy presente esa primera vez y hasta parece que llevan un registro de cada vez que lo han hecho, recuerdan situaciones muy particulares de cada ocasión.

A los más jóvenes les resulto más fácil, cerca de su casa, ¡incluso hasta le avisaron a su mamá o su a papá a donde iban!!!

Todos acudimos a esa primera vez con diferente actitud, estoy seguro que muchas y muchos acudieron como si nada, tranquilos y lo vieron como algo muy normal, los que son un poco más tímidos me los imagino un poco más callados, hasta con pena de que algún vecino, conocido o la señora de la tienda los saludara al entrar, y ellas y ellos tratando de pasar desapercibidos, como que queriendo que nadie se enterara.

Estoy seguro que en muchas familias fue todo un suceso y hasta algún pequeño festejo hubo por esa primera vez, los padres orgullosos de sus hijos y porque no, también de sus hijas.

La protección es algo muy importante, en estos tiempos no es válido un se me olvido, fue por las prisas o por la emoción, saliendo de casa ya deben salir preparados.

Todos pueden dar consejos para esa primera vez, los padres, los maestros, los amigos, la publicidad en la tele y en el radio; hoy en día hay mucha información disponible y solo basta investigar un poco, para que quienes ya tengan edad y ya les toque, lo hagan de manera consiente, no obligadas ni obligados, sin presiones ni amenazas, convencidos, al final de cuentas es una decisión unipersonal, a lo mejor los ven al entrar o al salir, pero finalmente a la hora de hacerlo es en la intimidad de la soledad y queramos o no, al salir saldremos marcados por esa acción.

Sí, marcados con tinta indeleble en el pulgar derecho por alguno de nuestros vecinos que fungirá como secretario o escrutador de casilla el día de la elección.

Ojalá no hayan pensado en otra cosa, Jajaja.

Estoy hablando de los millones de jóvenes de todo el país que este próximo domingo 6 de junio tendrán la oportunidad de acudir por primera vez a ejercer su derecho de sufragar, hablo de quienes cumplirán con su obligación de acudir y depositar su voto en cada urna para elegir a quienes quieren que los representen en los diferentes niveles de gobiernos, federal, estatal y municipal.

Los invito desde este espacio a que no dejen de hacerlo, es su oportunidad y su futuro inmediato y por lo menos a mediano plazo lo que está en juego y es algo que no se puede dejar en manos de nadie más, incluidos los padres, nadie puede ni debe decidir por ustedes, si ya tienen su credencial para votar y están en la lista nominal lo pueden y deben hacer.

Pueden hacer un análisis muy personal sobre las diferentes opciones, a lo mejor ninguna es de su total agrado, pero valoren la riqueza de este ejercicio y el poder de su decisión.

No se pongan nerviosas o nerviosos, saluden con orgullo a sus vecinos y conocidos que se encuentren camino a la casilla, si los acompañan sus padres o hermanos disfruten porque a otras cosas no creo que los acompañen y de la marca en el pulgar tampoco se preocupen, se quita en uno o dos días.

No hay pretexto. Ni el clima o la pandemia nos deben espantar, usa tu cubrebocas, lleva tu propio plumón y mantén la distancia física.

Es tiempo de que los más de cinco millones aproximadamente de jóvenes para quienes será su primera vez, demuestren que tienen la actitud para tomar en poco tiempo el control de este país, un primer paso será ejercer con responsabilidad el derecho y la obligación de acudir a las casillas a votar este 6 de junio.

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