No tendremos satisfactorias propuestas de las candidatas a la presidencia de la República para el próximo sexenio sobre educación, ciencia y cultura, pero sí tenemos a académicos, científicos, intelectuales y artistas que en días recientes han llamado al voto por Xóchitl Gálvez o por Claudia Sheinbaum. Agrupados en dos bandos, varios cientos firmaron sendos desplegados y se reunieron con las candidatas de su preferencia. Muchos académicos que sólo en sus instituciones los conocen, y en realidad muy pocos científicos, artistas e intelectuales de referencia en los dos lados. Demasiadas canas y muy poca sangre nueva en primera fila y en esto hay un parecido con las dirigencias de los partidos políticos (absolutamente todos) que han llevado al país al desprecio por la partidocracia endogámica, inepta, cínica y corrupta, aunque se enmascare con paños azules, verdes, rojos, naranjas o guindas. ¿Falta una renovación generacional en la inteligentsia mexicana? No porque en realidad se está dando, pero no está representada en las fotos de estas campañas. En esta sección nos consta que mucha gente joven y valiosa ahí está, aportando su trabajo creativo al país todos los días, e interesada en los problemas de la nación. Más bien lo que hizo falta en este caso fue una renovadita en las agendas telefónicas de quienes coordinaron estas convocatorias, e incluso una renovadita directamente de los coordinadores…

Estas son algunas más de las fallas en las campañas de las dos candidatas: echar mano de la misma gente de siempre que dice y hace lo que ya hemos visto con quienes ya sabemos. Uf, pues qué pereza, como dirían los colombianos. Lo que tampoco se renovó fue ese curioso ritual de ir a tomarse la foto junto a candidatos a la presidencia después de oírles decir gruesas mentiras y promesas de dudosa realización. Pero allá ellos, muy del gusto y decisión de quienes hicieron el numerito en ambos bandos y no seremos nosotros quienes coartemos el libre desarrollo de sus personalidades…. Y luego de la fiesta, la resaca: Ofelia diciendo que Medina no firmó el desplegado y personas muy nerviosas, como Enrique Norten, justificando en redes sociales el apoyo a una candidata después de recibir virulentas críticas del graderío digital. Qué oso el del arquitecto, cuyas opiniones y decisiones deberían ser tan sólidas como sus edificios, sin tener que apostillarlas ni justificarlas ante las leperadas anónimas; pero ya vimos que, en el mundo digital, la entereza de Norten se comporta más bien como una construcción de Santiago Calatrava, y como él, muchos otros... Dicho lo cual, esta columna confiesa que sea cual sea el resultado de las próximas elecciones, ya perdió porque esta no será una elección entre la izquierda y la derecha ni entre un proyecto conservador y otro transformador ni entre los buenos y los malos. Con la nariz tapada iremos a votar para elegir entre los malos y los peores. ¿Que quién es quién? Se los dejamos de tarea y que cada quien elija la opción en la que crea que México perderá menos… Así las cosas en este desastroso, pero eso sí, entretenido país.

(Escríbanos a columnacrimenycastigo@gmail.com)

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