El pasado martes, Genaro García Luna fue declarado culpable de los cinco cargos que se le imputaron, cuatro de estos relacionados con el tráfico de cocaína y delincuencia organizada. Lo que se diga acerca de este caso sale sobrando, ya es materia juzgada (literalmente) y cualquier posible argumento a favor del acusado o en contra del proceso, se desvanece. El juicio transcurrió normalmente y la justicia norteamericana sentenció que, el otrora poderoso exsecretario de Seguridad Pública es un narcotraficante que difícilmente volverá a pisar la calle como un hombre libre, punto.

Ahora, para bien o para mal, este tema no se detendrá en nuestro país y sin lugar a duda dará mucho de qué hablar en el futuro, pero por lo pronto, veamos de forma inmediata quienes se elevan y quienes se hunden con lo acontecido en Brooklyn, Nueva York.

GANADORES

Andrés Manuel López Obrador – El veredicto le otorga al mandatario una batería ilimitada de poderosas municiones que no se cansará de utilizar en contra de sus opositores en lo que le resta del sexenio. Es la madre de todas las ironías el que uno de los hombres más cercanos al expresidente Calderón (némesis de AMLO) le haya hecho este enorme favor al presidente.

Morena – Así como López Obrador va a explotar (merecidamente) el fallo de la corte, todo el sequito morenista lo hará también. Empezando por el Congreso de la Unión, pasando por todos y cada uno de sus gobernadores(as), hasta llegar a las futuras campañas políticas. Sin duda mantendrán un eco permanente de lo acontecido.

El sistema de procuración de justicia de los Estados Unidos – El mensaje al mundo es el siguiente: Quien abusa corruptamente de su poder para apoyar a los cárteles de la droga, si toma dinero de drogas para su elección, si acepta sobornos, si trafica con drogas mortales, si protege a los criminales, si permite que la violencia y el asesinato florezcan a manos de los cárteles, entonces no nos detendremos ante nada para hacerlo responsable de sus crímenes. Y como ya lo vimos en el caso de Caro Quintero, y del mismísimo García Luna, esta declaración no tiene caducidad (ya será en otra ocasión cuando hablemos de la responsabilidad de nuestros vecinos en esta absurda guerra contra las drogas).

Los cárteles del narcotráfico – Ya lo sabíamos, no es novedad, pero ahora nos restregaron en la cara a nivel mundial su brutal poder de corrupción y destrucción, sin importarles otra cosa que el dinero. Y ahora ya están al tanto que, si son deportados a los Estados Unidos, pueden acusar a cualquiera sin la necesidad de evidencia física que respalden sus dichos para obtener beneficios legales o sentencias más cortas.

Florence Cassez – A la distancia y en silencio, estoy seguro que Florence se sentó cómodamente con una paz inusitada en su sillón favorito, descorchó una botella de champaña, llenó su copa y la levantó por lo alto con una gigantesca sonrisa en su rostro.

PERDEDORES

El expresidente Felipe Calderón – Si en algún momento existió la posibilidad de un regreso a la arena política, el veredicto acaba de enterrar permanentemente su carrera política y su legado (poco o mucho) como presidente. Y aún faltan muchas preguntas por responder de su parte.

El PAN – Dos presidencias panistas dieron albergue a García Luna. Es imposible desmarcarse aduciendo que no estaba afiliado al partido. El PAN tragará enormes sapos por un buen tiempo.

La DEA – Paradójicamente, la confianza del aparato de seguridad mexicano para con esa agencia se ha abollado. Lo vimos con el fallido caso del General Cienfuegos y lo vimos ahora en Brooklyn. Narcotraficantes asesinos que fueron deportados para enfrentar la justicia norteamericana, ahora caminan como hombres libres al haber “cooperado” con la agencia antidrogas. Pregúntense, después de lo visto, ¿Qué le impediría a Ovidio Guzmán (hijo de El Chapo) embarrar a diestra y siniestra a medio mundo policial, militar y/o político sin evidencia alguna? Dudo mucho que los juicios de extradición se aceleren en nuestro país.

Nuestro sistema de impartición de justicia – Mientras en Estados Unidos armaron durante años un caso en contra de García Luna, en nuestro país no existía una sola carpeta de averiguación en su contra al momento de su arresto, y las que existen actualmente no tienen nada que ver con los crímenes por los que fue condenado en Estados Unidos.

México – El gran perdedor somos todos nosotros. La maldita relación del Estado con el narco ya estaba ahí cuando García Luna llegó y por favor, no me digan que no sigue activa hoy en día. Si todo este escándalo que exhibió la descomunal putrefacción que nos rodea no sirve para llevar a cabo reformas institucionales de mayor rendimiento de cuentas y/o repensar la absurda política prohibicionista y solo va a ser utilizado en la arena política, estamos jodidos.

*Consultor en seguridad y manejo de crisis

@CarlosSeoaneN

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