Por mucho tiempo se pensó que Gilberto Sepúlveda, el llamado Tiba, estaba destinado a ser el próximo símbolo del Rebaño Sagrado. Pasaron los torneos y el nacido en Sinaloa pasó a ser uno más en el equipo, y ahora hasta ha perdido la titularidad. La paciencia de la dirigencia tapatía se ha acabado, y la del jugador también, por eso se piensa que lo mejor es tomar caminos separados.
A unas semanas de que se cierren los registros, el zaguero podría cambiar de camiseta, de ciudad, y esta podría ser la capital del país.


