Antes de empezar, quiero aclarar que es probable que —mientras leen esto— les venga a la mente el abuelo Simpson gritándole a las nubes. Quizá hoy me perciban como el veterano amargado que cree que todo tiempo pasado fue mejor. Y lo confieso, con respecto al futbol mexicano, estoy convencido: en antaño era más divertido y se jugaba mejor.

El Guardianes 2021

ha sido un torneo de celular, y con esto me refiero a que los partidos han sido tan aburridos que es imposible no tomar el teléfono y ponerse a jugar o a babosear en las redes sociales, mientras se escucha la transmisión. Yo juego Free to Fit, por ejemplo. El nivel del espectáculo ha sido muy bajo, y eso no es culpa de la pandemia.

Recuerdo que, hace no mucho, cada equipo tenía al menos a un futbolista por el que valía la pena pagar un boleto o sentarse frente a la televisión. Hoy, no juntamos a 10 de esos jugadores que emocionan. André-Pierre Gignac, Luis Montes, Rubens Sambueza y Rogelio Funes Mori son, quizá, los únicos. Mientras que Kevin Ramírez del Querétaro, Camilo Sanvezzo del Mazatlán y Sebastián Córdova del América, arañan esa categoría. Para mí, no hay más (se aceptan postulaciones).

Con el aumento en la cantidad de extranjeros se perdió el control de calidad. Siendo honestos: ya cualquiera juega en nuestra Liga. E insisto, eso no es culpa de la pandemia, es responsabilidad de cada club. Pero ojo, aún con esa disminución en el nivel de la materia prima, tuvimos torneos mejores que el actual. El anterior, para no ir más lejos.

Lo que de verdad no entiendo, es por qué los clubes en Méxic o están dejando pasar la oportunidad que se les ha presentado. Hoy, en este país, casi todo está cerrado y el futbol televisado parecería la distracción ideal. Pero no con el nivel mostrado.

¿Quién no conoce a alguien que asegura que ya no ve el futbol mexicano porque le aburre?

Este es el momento perfecto para recuperar a esos clientes. Pero con lo que se ve cada semana, es imposible. La táctica y la estrategia son cosa de entrenadores y analistas, la gente lo que quiere es divertirse.

El momento para cambiar es ahora. No hay descenso (la multa la van a pagar igual jugando espantoso), tampoco aficionados en las tribunas insultando futbolistas. Todos estamos ávidos de distracciones. Un partido de futbol no debe sufrirse, se tiene que disfrutar. Dejen de jugar con miedo a perder y denle certidumbre a los entrenadores. Si no aprovechan esta coyuntura, me temo que estamos condenados a escuchar los juegos mientras vemos el celular.

Adendum. Knut

está enojado conmigo. Me mandó un audio a los gritos, sólo le entendí: ¿No que Chivas tenía buen equipo?

 
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