La actitud de los grupos criminales en México, a partir de la conocida y fútil estrategia del gobierno federal a lo largo del último lustro, nos ha conducido a una tragedia que puede sintetizarse de la siguiente manera: los criminales aceptaron con gusto los abrazos institucionales; incrementaron los balazos contra sus enemigos delincuenciales, policías, militares, gobernantes y, por desgracia, extendieron su poder de violencia en detrimento de la sociedad civil, víctimas colaterales del crimen organizado.

En prácticamente en todos los rubros de incidencia delictiva de alto impacto, que publica mensualmente el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, existe un incremento sustancial en los crímenes que se cometen en el país. Fue a partir del 2008, durante el mandato de Felipe Calderón Hinojosa, que se da a conocer esta información estadística gracias a los debates tanto de gobernantes como de civiles especialistas en el tema; esta información, que se generó con el objetivo de transparentar las acciones institucionales en materia de seguridad y justicia, les brinda a las instituciones y a la sociedad un instrumento de análisis técnico que permite comprender la realidad violenta que sufre la sociedad mexicana. Así pues, a pesar de los esfuerzos que se hacen desde la tribuna presidencial por matizar la realidad criminal en México, no hay forma de negar el caos, las estadísticas no mienten.

El análisis de homicidios que procesamos en AC Consultores proyecta que la actual administración concluirá con al menos 204,517 asesinatos, lo que representará algunas 161,662 carpetas de investigación por ese delito. Respecto a esta cifra, debemos tener en cuenta que habrá al menos 42,855 carpetas de investigación que darán cuenta de dos o más homicidios, como podría ser el caso de los cinco jóvenes de Lagos de Moreno, en Jalisco, de confirmarse que perdieron la vida.

Destacamos que los gobiernos municipales, estatales y federales, y la sociedad en su conjunto, le están fallando a la juventud. En los primeros 56 meses de esta administración desaparecieron 18,857 jóvenes de entre 12 y 29 años de edad, de los cuales 12,699 son hombres, 6053 son mujeres y 105 no fueron identificados. Esta cifra representa el 43% del total de personas desaparecidas en México. Si comparamos los primeros 56 meses de gobierno de las últimas tres administraciones, la actual presenta un incremento del 66% más de jóvenes desaparecidos durante el mismo periodo de Enrique Peña Nieto, y 312% del periodo de Calderón Hinojosa.

Ante este escenario, el pasado 16 de agosto, al término de la conferencia mañanera, entre llamados de reporteros, el presidente fue cuestionado acerca de la situación de los cinco jóvenes de Jalisco. La respuesta fue tan inesperada como absurda: el presidente lanzó un chistorete sin contexto que indignó a gran parte de la sociedad mexicana. Ante este panorama, no hay disculpa que valga, al parecer estamos en presencia del gobernante más insensible de la historia contemporánea de México. Si el presidente no valora la vida e integridad de las y los mexicanos, entonces hablamos de que el país está destinado a vivir de la miseria que otorga la muerte. Y no olvidemos la risa presidencial del 18 de septiembre del 2020… “Ahí están las masacres”.

Exsecretario de Seguridad Pública

Fundador de AC Consultores

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