Partiendo de la realidad en la que se encuentra inmerso nuestro país, en donde como ciudadano es imposible percibir un momento de tranquilidad y seguridad, culpamos directamente a los gobiernos, municipales, estatales y federal de lo que está sucediendo, y sí, gran parte de la responsabilidad en el tema de seguridad recae en ellos.

Cada vez que hay elecciones, los candidatos hacen sus propuestas y ofrecen mejorar la situación actual de las personas, por consiguiente, una vez que ganan y toman los cargos públicos gracias al voto de los ciudadanos, se convierten en los responsables de tomar las mejores decisiones para mejorar nuestro municipio, estado y país. Entre todas las decisiones que deben tomar está la de nombrar a las personas que dirigirán la estrategia de seguridad, y ante esto nos preguntamos ¿Solamente los gobiernos son responsables de nuestra seguridad?

Pocas veces hemos reflexionado en este tema ¿Quién realmente es responsable de la seguridad de los ciudadanos? ¿Quiénes son los culpables de que vivamos en un país en donde premia la injusticia y la inseguridad? Antes de contestar estas preguntas, sin duda alguna, no nos damos cuenta de que gran parte de todo eso fue provocado por la indiferencia y desinterés de una sociedad (incluyendo a ciudadanos con cargos públicos y sin ellos) que en su momento dejó de colaborar en conjunto para detener los pequeños delitos que ya existían y que hoy han escalado al grado de descomponer parte de nuestra sociedad.

Tratando de contestar las preguntas anteriores, podemos decir que la culpa recaerá siempre en nuestras autoridades, que son, como mencionamos, quienes manejan el presupuesto destinado a la seguridad de todos, podemos decir que la estrategia ha fallado y en gran medida así lo demuestran las estadísticas. Sin embargo, asumiendo una realidad más crítica, la responsabilidad de la seguridad es una responsabilidad compartida; en mayor grado depende de los gobiernos pero sin la sociedad involucrada, cualquier estrategia estará incompleta y por lo tanto fallará.

Podríamos apostar que cada ciudadano, conoce a alguien que se dedica a hacer algo fuera de la ley, o ha estado en contacto con personas que por alguna razón las actividades que realizan son ilícitas, pero el tema aquí es ¿por qué no denunciamos?, acaso es ¿por miedo? ¿por desconfianza? ¿por temor a represalias? ¿por indiferencia? ¿por qué existe un lazo familiar o de amistad con los involucrados? La encuesta Nacional de Victimización y percepción de la Inseguridad ENVIPE 2017 publicada por el INEGI correspondiente al  Estado de Guanajuato, en su análisis de los meses marzo-abril 2017, señala que a nivel nacional en quien menos confiamos es en los policías de tránsito 43.1%, la Policía preventiva 51.2%, los jueces 55.1%, Procuraduría General de la República (PGR) 58.6%, Ministerio público 53.4%, Policía ministerial o judicial 52.9%, Policía federal 66.5%, Policía estatal 56.4%, Ejército 84.8% y Marina 88%.

Viendo las estadísticas anteriores podemos decir que el ciudadano no denuncia por diversos motivos y uno de ellos probablemente es el miedo o temor al igual que la desconfianza en las autoridades, mientras no existan los mecanismos que garanticen nuestra integridad tanto personal como jurídica, en el momento en que vamos a realizar una denuncia y no exista una instancia que lejos de victimizarnos nos ayude, nos acompañe y nos proteja para poder realizar estas denuncias, cualquier estrategia en combate a la inseguridad estará incompleta, y se percibirá esta sensación de impunidad y de inseguridad que prevalece hoy, facilitar la participación de los ciudadanos en el tema de las denuncias debiera ser una prioridad para nuestros gobiernos, desafortunadamente no es un tema que veamos en sus agendas.

Si queremos cambiar como sociedad, debemos incentivar la participación ciudadana en diversos temas, no basta con organizarnos y manifestarnos en contra de la inseguridad, debemos tomar acciones que nos permitan colaborar y hacer propuestas a los gobiernos tanto municipales, como estatales y por que no al gobierno federal. Existen al día de hoy muchas iniciativas ciudadanas en el tema de seguridad, que en su mayoría, al ver a los gobiernos locales, estatales y federales, rebasados por la delincuencia, una policía ausente en gran parte del territorio e incluso personas que como servidores públicos encargados de la ley y el orden, no actúan de forma eficaz, grupos de ciudadanos se han unido para poder hacerle frente a todos los problemas de inseguridad que nos aquejan, una de estas iniciativas es concebida con el nombre de Observatorios ciudadanos.

Podemos decir que el nacimiento de nuestro observatorio se debió en un principio al tema de la inseguridad que detonó una cohesión en los ciudadanos que lo integran, por ello después de varias reuniones de estos ciudadanos y de involucrar a otros organismos de la sociedad civil organizada comenzaron a investigar y visitar lugares para recabar las mejores prácticas que pudieran ser tropicalizadas y por consiguiente aplicadas en nuestra ciudad, así nació Irapuato ¿Cómo vamos? Observatorio ciudadano.

A pesar de este esfuerzo que incluye tiempo, dinero y esfuerzo de los ciudadanos que encabezan el observatorio de Irapuato ¿Cómo vamos?, al día de hoy, algunos delitos siguen al alza y otros han bajado, sin embargo, lo más importante es que estamos fincando las bases para poder tener una sociedad más informada, un gobierno que se acostumbre a colaborar con los ciudadanos, y así comenzar a hacer proyectos en beneficio del bien de toda la sociedad.

No se trata sólo de señalar a los culpables que hoy se vive con miedo, o que no tenemos la paz y tranquilidad que imperó durante mucho tiempo en la ciudad de Irapuato Guanajuato, se trata de comenzar a hacer algo, partiendo del principio que dice que para resolver un problema debemos hacer primero un diagnóstico del problema y así poder ver las posibles soluciones.

25 de estos observatorios ciudadanos pertenecientes a la Red Nacional de Observatorios (RNO) del Observatorio Nacional Ciudadano funcionan por medio de una metodología ya estudiada y replicada a lo largo del país con el fin de conocer en un principio una parte del problema de inseguridad en las diferentes regiones.

El hecho de contar con observatorios ciudadanos no significa que las cifras de delitos vayan a bajar, ni tampoco que sean la única solución que existe, pero si pone en evidencia gran parte de la problemática de inseguridad que actualmente tenemos, nos da cifras e información tanto a los ciudadanos como a servidores públicos a fin de poder establecer rutas de acción a corto, mediano y largo plazo para atacar la incidencia delictiva.

Si bien es cierto que falta mucho por construir, los ciudadanos debemos redoblar esfuerzos y no dejar todo en manos del gobierno, debemos asumir nuestro rol de participación desde una perspectiva ciudadana con lo que nos corresponde y dejar que las autoridades realicen la labor para la cual fueron elegidos por nosotros; la participación ciudadana debe ser activa que no busque repartir culpas si no brindar soluciones y propuestas creando un entorno de participación y colaboración que a futuro tendrá mejores resultados.

Raúl Calvillo Villalobos.

Director de Irapuato ¿Cómo vamos?

@comovamosirap @ObsNalCiudadano

Para mayor información sobre la Red Nacional de Observatorios, en qué consiste y cómo pertenecer, véase

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