Pozas azules, ejemplo comunitario a favor de la conservación

Taxco, Gro.— Un color azul turquesa se admira de las aguas que emergen en el ojo de agua a 2 mil 800 metros de altura de un bosque mesófilo en el estado de Guerrero y descienden con tranquilidad hasta llegar a las Pozas Azules, área abierta al turismo como balneario natural en la comunidad de Atzala de Asunción.

El agua cristalina, que cae entre medianas cascadas, pasa por cada una de las siete pozas donde sus visitantes quedan hipnotizados por su color turquesa; no obstante, sumergirse en ellas es algo que no cualquiera puede hacer, pues su baja temperatura hace que sólo se atrevan quienes conectan bien con la naturaleza.

Admirar esta belleza natural es gracias a la labor de los habitantes de la comunidad Atzala, perteneciente al municipio de Taxco de Alarcón, pues desde hace varios años mantienen labores en pro de la conservación del bosque y toda su biodiversidad para compartir este espacio con el turismo.

Valentín Fabián Trujillo, supervisor de las Pozas Azules, contó, durante un recorrido realizado por EL UNIVERSAL, que fue en 2007 que los habitantes de Atzala tuvieron la idea de compartir este sitio, que consideran mágico en su comunidad, por lo que fue abierto al público en 2008 como balneario natural.

Debido a la pureza del agua, no se permite, por ningún motivo, el uso de bloqueador en la piel para no dañar a la fauna del cauce, mismo que también cumple la función de abastecer a los habitantes de la comunidad.

Además, Trujillo destacó que se mantiene con poca infraestructura para no alterar la naturaleza y las pocas construcciones, como los puentes, fueron elaborados de manera sustentable.

Arturo Mejía, secretario de Ecología y Desarrollo Sustentable del municipio de Taxco, explicó en entrevista con EL UNIVERSAL que el color azul turquesa del agua se debe a los minerales de donde emerge.

Destacó que este ecosistema, que hace transición con la selva baja caducifolia, es el hogar de especies como el venado cola blanca, zorro, jabalí, tigrillo, tejón, sin descartar la gran variedad de reptiles y anfibios.

El funcionario comentó que la Comisión Nacional Forestal (Conafor) realiza pagos por servicios ambientales a la comunidad, que conllevan labores de reforestación, realización de brechas corta fuego y retención de agua para el subsuelo con recurso que es reforzado por el municipio de Taxco, bajo el concepto de fondos concurridos.

Libre de incendios

Gracias a estas labores, añadió, la comunidad festeja que en este ecosistema, que comprende 6 mil 400 hectáreas de bosque, no se han registrado incendios forestales devastadores en los últimos cinco años.

Es por este gran esfuerzo de la comunidad que el supervisor Valentín Fabián Trujillo hace un llamado a los visitantes que quieran disfrutar de este mágico lugar que ayuden a seguir preservando la naturaleza, atendiendo las indicaciones y no dejar residuos.

“Atzala es de los pocos lugares que existen que está cuidado totalmente y se encuentra limpio, por lo que es importante preservarlo porque es parte de nuestro patrimonio natural y es importante para nuestra vida”, finalizó.