Con puro cercano, entre ellos morenistas que han generado polémica por distintos motivos, el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, bajó la cortina del encargo y rindió su informe de actividades.
Al informe del legislador, a dos semanas de dejar el cargo, asistieron menos de la mitad de los senadores de la Cuarta Transformación, ninguno de la oposición, su familia, una sola gobernadora —Marina del Pilar Ávila, de Baja California—, algunos empresarios y unos cuantos diplomáticos invitados.
En el cierre de su ciclo como presidente de la Mesa Directiva, Fernández Noroña agradeció la presencia del coordinador parlamentario Adán Augusto López y del presidente y la vicepresidenta de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna y Dolores Padierna, respectivamente.
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En su mensaje en el Patio Central de la antigua sede del Senado, presumió la construcción “contra viento y marea” de la mayoría calificada que se requería para la reforma al Poder Judicial; además, llamó a la unidad del movimiento de la 4T, y sentenció que la soberbia, el sectarismo y la displicencia son malos consejeros.
Se burló de las críticas a integrantes de la 4T por sus viajes y estilo de vida y arremetió contra los medios.
“Vivimos toda la ofensiva de los medios, que no entienden que (...) están para informar con veracidad, que pueden ser críticos (...) pero que no es un partido opositor”, expuso.
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