Desde hace tiempo el país ya está incendiado por la violencia con toda la criminalidad sin control, por la falta de apego a las leyes y por la impunidad, que es uno de los problemas que hemos tenido desde hace años, pero que se ha agudizado en el actual gobierno, asegura Mario Ángel Flores Ramos, exrector de la Universidad Pontificia de México y actual director del Observatorio Nacional de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).

“Así que nadie está comenzando un incendio, lo que está haciendo la Iglesia es tratar de que esta situación llegue a un control, porque cuando un bosque se incendia y lo único que hacemos es contemplarlo, pues el incendio sigue y se acrecienta con mayor fuerza”, dice.

Este miércoles, EL UNIVERSAL publicó que el presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas y Evangélicas, Arturo Farela, acusó a la jerarquía católica “de pretender incendiar al país” con discursos de condena a la violencia. En entrevista con este diario, respaldó la estrategia del gobierno de abrazos, no balazos.

Por ello, Flores Ramos asegura que la iniciativa que ha tomado la Iglesia católica es llamar a la conciencia de los mexicanos sobre la responsabilidad que tenemos todos para colaborar en la pacificación del país.

“También estamos llamando a la responsabilidad de las autoridades para revisar sus estrategias y para asumir su compromiso. Hasta el momento, no ha habido una respuesta, no ha habido empatía. Al contrario, ha habido rechazo y todo mundo lo puede ver.

“La Iglesia, después de ese rechazo, que incluso incluyó insultos, no respondió de una manera inadecuada o violenta. Al contrario, la Iglesia ha llamado a la oración, al compromiso, a la paz. No estamos llamando a un incendio, sino a una conciencia de los ciudadanos y a una responsabilidad de los gobernantes”, dice.

¿Cuál es su opinión con respecto a que algunas asociaciones religiosas muestran abiertamente su respaldo a este gobierno?

—En primer lugar, debemos tener muy claro que un gobierno tiene que trabajar para todo el país. Y uno de los señalamientos que hoy hacemos es que este gobierno trabaja con los suyos y para los suyos. El 80% de los mexicanos quedan fuera de su horizonte. Trabaja naturalmente tratando de ver la solución de muchos problemas, pero sin tomar en cuenta a las organizaciones sociales, religiosas y empresariales.

A juicio del sacerdote, el Ejecutivo federal ha privilegiado a una organización religiosa “que es pequeñita pero tiene mucha injerencia política. No hay un interés político en la mayoría de las asociaciones religiosas, hay un interés de lo propio”.

Lamenta además que exista mínima interlocución con representantes de la Iglesia católica.

“Ha habido mínima, no quiero decir que en ningún momento. Claro que ha habido encuentros, interlocución, pero ha sido mínima. En cambio, todos nos damos cuenta del gran espacio que esta administración le concede a un pequeño grupo”, comenta.

¿Qué puede decir en torno a que la jerarquía católica es aliada de partidos como el PRI y el PAN y que por eso ataca a este gobierno?

—Las opiniones que la Iglesia ha realizado no son ataques, son críticas que son válidas. Y sólo estamos ejerciendo un derecho consagrado en la Constitución. No estamos teniendo injerencia en cuestiones políticas, porque no nos interesan, pero sí como parte de la sociedad mexicana estamos expresando legítimamente nuestros puntos de vista. Así que no se trata de atacar a nadie, sino de ser corresponsables con el caminar de la sociedad.

Nosotros estamos dispuestos a colaborar, a abrir espacios de diálogo. Lo que nos está faltando en medio de todo esto, es precisamente eso, el diálogo. Estamos siendo gobernados con un monólogo interminable. Todos los días escuchamos un monólogo. ¿Dónde está el diálogo? Eso es precisamente lo que estamos pidiendo nosotros.

¿Qué opina de lo que dice el presidente de Cofraternice, Arturo Farela, en cuanto a que cada conferencia del Presidente nos deja una enseñanza espiritual?

—No es papel de un gobierno asumir una prédica religiosa, sino cumplir con sus exigencias constitucionales.

Creo que el señor Farela debería hablar en un sentido más amplio porque es nuestra tarea como Iglesia todos los días no sólo enseñar, sino vivir esto. Que un gobernante lo diga pero no lo viva no nos sirve de nada. El amor al prójimo es el principio del Evangelio y de la palabra de Dios, y es lo que enseñamos todos los días.

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“La Iglesia no se quedará callada”

Luego de las declaraciones que hizo a EL UNIVERSAL el presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas y Evangélicas, Arturo Farela, el director del Centro Católico Multimedial (CCM), el padre Omar Sotelo, recalcó que no porque la Iglesia católica hable de paz se quedará callada ante las injusticias que vive el país. 

“El que la Iglesia católica hable de la paz no significa que no hable de las injusticias. No significa que la Iglesia se va a quedar callada. La Iglesia anuncia el Evangelio, pero también denuncia aquellas injusticias que van en contra del Evangelio. Una iglesia que no denuncia es una iglesia que no sirve para nada”, enfatizó.

En entrevista para El Gran Diario de México, el padre Sotelo reiteró que la Iglesia católica no necesita estar aliada a un partido político ni darle coba a ningún presidente o estar bajo alguna autoridad para hacer realidad el Evangelio. 

“No necesitamos quedar bien con nadie, ni con el Presidente. Si hay acciones en este y otro gobierno que van en contra de las enseñanzas por parte del Evangelio, la Iglesia está para denunciarlo”, aseveró.

Dijo que México necesita acciones muy concretas. No sólo se necesita hablar, ya que que muchas palabras, resaltó, se dicen de manera muy efímera o hasta de manera comercial en cierto contexto.

 “El Evangelio no es una palabra efímera. La Iglesia católica siempre ha solventado sus dichos y hechos.

“La frase de abrazos, no balazos se ha dicho en un contexto que lamentablemente se ha politizado y, que me disculpe el Presidente, pero estas frases las ha politizado y ha usado al servicio de sus estrategias, pero tiene que reconocer que las estrategias están expuestas a correcciones. No por el hecho de que él las diga no pueden corregirse”, enfatizó. 

El padre Sotelo enfatizó que sería muy sabio aceptar que la estrategia no está funcionando y que es necesario corregirla, pues en el país hay más de 100 mil desaparecidos y más de 300 mil muertos, entre ellos, periodistas, sacerdotes, hombres y mujeres en toda la República.

Remarcó que estamos en un momento en que las polarizaciones no son aquellas que nos van a llevar a una paz duradera, pues se está viviendo una situación muy compleja y no es oportuno que se siga descalificando al contrario. 

“Hoy necesitamos que encaremos como sociedad ese problema, porque hay más mexicanos buenos que malos. México es un país grandioso que no merece vivir lo que está pasando. Hoy más que nunca en las diferentes instancias de gobierno, empezando por el Presidente hasta el último funcionario o ciudadano, así como obispos, cardenales, sacerdotes y religiosos, tenemos que poner las manos para construir unas sociedades justas por nosotros y nuestros hijos”, finalizó.

*Con información de Juan Carlos Cortés

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