El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) está en alerta. Filipinas de cirujano, batas para pacientes, sábanas, colchas, cobertores, fundas, toallas, camisetas para recién nacidos, sábanas para canastillas y para mesas de trabajo de auscultación, entre otras prendas, son fuente de contagio de enfermedades infecciosas en 56 unidades médicas de 26 estados del país.

Ello porque esas prendas “no se higienizan correctamente, salen del proceso de lavado con manchas, húmedas, con sangre, residuos de medicamento, orina, óxido, etcétera, y no son aptas para su uso, principalmente en condiciones hospitalarias”, lo que obliga a relavarlas entre dos y hasta cinco veces más. En el proceso la ropa “no sale seca, lo que puede provocar que al ser doblada guarde la humedad y provoque la generación de contaminación micótica”, señalan las autoridades.

Para remediar el problema, el Seguro Social dijo a este diario que invertirá 765 millones de pesos para la sustitución de 222 equipos totales, distribuidos en 26 estados.

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“Este proyecto será adquirido a través de un proceso de licitación pública, permitiendo a las empresas del ramo tener la oportunidad de participar en esta convocatoria abierta y transparente, el cual será transmitido en vivo a principios del próximo ejercicio fiscal 2021”.

A consulta de sobre esta situación, el IMSS indicó anoche en una tarjeta informativa que “la obsolescencia” en que se encuentran los equipos de lavado es evidente y requieren de una intervención mayúscula para poder contar con maquinaria que permita al instituto aprovechar la capacidad instalada con la que cuenta, “ya que existen equipos con más de 30 años de uso, lo que provoca contratiempos en el lavado de ropa de las diversas unidades hospitalarias”.

Así pues, el IMSS, a través de su Coordinación Técnica de Conservación y Servicios Complementarios, reconoce que su servicio de lavado es de “una calidad inaceptable que afecta a la población derechohabiente, desde el riesgo de usar una ropa hospitalaria contaminada o sucia, hasta la entrega tardía de la misma que puede llevar al retraso, por ejemplo, de alguna cirugía, lo que representa un déficit en la calidad del servicio y pone en peligro la contención y prevención de infecciones nosocomiales, de acuerdo con lo dispuesto en la Norma Oficial Mexicana NOM-045-SSA2-2005 para la Vigilancia Epidemiológica y Control de las Infecciones Nosocomiales”, señalan.

El problema radica, según el Programa Nacional de Sustitución de Equipos de Plantas de Lavado Etapa 1 del IMSS obtenido por EL UNIVERSAL, en que 722 equipos —unidades y módulos de lavado— donde se limpian e higienizan las prendas que se requieren en las distintas áreas médicas, “no se encuentra en buenas condiciones físicas, por lo que no ofrecen un nivel óptimo de servicio, afectando de manera directa la calidad del lavado”, precisan las autoridades.

“Se tienen equipos en mal estado cuya vida útil ya ha terminado, lo que afecta la calidad de servicio, ya que trabajan con fugas de agua o vapor, o con poca potencia, lo que provoca un mal lavado de la ropa, la cual requiere de un nuevo proceso por presentar manchas, sangre, restos de orina o medicamentos, etc., lo que pone en la línea de retraso los servicios médicos donde se requiera una ropa séptica, como es alguna intervención quirúrgica o coloca en peligro de contagio nosocomial a los derechohabientes que utilizan alguna sábana o bata sucia o con restos de sangre”, detallan en el organismo.

Estos equipos tienen una antigüedad promedio de 25 años y se encuentran con gran desgaste y en malas condiciones o fuera de servicio, subrayan.

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La mayor parte de las unidades médicas que presentan estos problemas y cuyo servicio se clasifica como “inaceptable” son: 16 en Veracruz; 13 en Sonora; 10 en Michoacán; ocho en Jalisco; siete en Coahuila e igual número en Sinaloa; seis en Hidalgo y otro tanto igual en Guanajuato, entre las más importantes.

Derivado de la obsolescencia de las máquinas de lavado y secado en las plantas y módulos, se ha visto disminuida considerablemente la capacidad de los equipos, lo que ocasiona con ello que se tenga que subrogar el servicio de lavado, y esto ha mermado las finanzas del instituto, ya que se cuenta con una plantilla autorizada de recursos humanos que realiza esta función y al no tener equipos funcionales con los cuales se proporcione el servicio, disminuyen su producción.

Actualmente se lavan 158 mil 991 toneladas anuales de ropa, lo que representa que se están limpiando 56 mil 510 toneladas de más (137 mil 055 por reprocesos de las máquinas), esto es, 55.1% de lo que se requiere lavar en condiciones óptimas, sin reprocesos y sin subrogación. Además y por las condiciones actuales de los equipos, se subrogan 21 mil 936 toneladas para su lavado a un costo anual de 384.2 millones de pesos.

En virtud de un análisis realizado a las condiciones físicas en las que se encuentran las plantas y módulos de lavado, se ha establecido la estrategia de realizar una sustitución de equipos por etapas, proyecto que prioriza las unidades que tienen una cantidad de producción más alta, seguido de aquellas que tienen la maquinaria dañada o bien que la antigüedad de la misma ha disminuido su capacidad de lavado y por ende su producción.

Este programa requiere una inversión a ejercer en 2021 del orden 765 millones de pesos.

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Sin embargo, se va a requerir otorgar jugosos contratos de operación y mantenimiento por 18 mil 650.5 millones de pesos para un periodo de 10 años, recursos que saldrán del propio IMSS.

El Instituto Mexicano del Seguro Social detectó la situación y su posible solución este año, pero “por motivos de tiempo y las limitaciones que conlleva realizarlo en cinco meses, se replanteó su ejecución para 2022”.

En comentarios a este diario, el IMSS señaló que ha integrado un ambicioso proyecto para renovar las plantas y módulos de lavado, con el objeto de fortalecer su capacidad institucional y con ello eliminar la subcontratación con particulares para el lavado de ropa hospitalaria, como parte del Programa Nacional de Conservación de Obras y Equipos, que impulsa la administración actual.

Subrayó que con esta inversión se contará con plantas y módulos de lavado con tecnología moderna, que reducirá tiempo y mejorará la calidad del lavado, así como la disponibilidad de ropa hospitalaria de manera oportuna.