Fueron seis horas las que Yolanda Vargas estuvo bajo los rayos del sol a la espera de que las autoridades federales le explicaran si luego de la desaparición del Seguro Popular, donde trabajó nueve años, podría ser contratada en el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).

Yolanda llegó al mediodía a la Secretaría de Gobernación (Segob), donde, junto con decenas de personas, exigió ser recibida por la titular, Olga Sánchez Cordero, o el subsecretario Ricardo Peralta, quienes no salieron.

“¡Pueblo, escucha, también esta es tu lucha!”, gritaba Yolanda para tratar de que más gente se sumara al movimiento; sin embargo, más de una persona miró con desdén la protesta y pedían que dejaran de bloquear el paso.

Saúl Ulises Cortés Maldonado, secretario general del Sindicato Independiente de Trabajadores y Profesionales en Salud en el Estado de Oaxaca, informó sobre la negativa de la Segob para atender el caso de los extrabajadores, y por ese motivo la manifestación caminó hacia Paseo de la Reforma, a fin de cerrar el tránsito vehicular.

“Las movilizaciones seguirán, no nos vamos a ir al Insabi, vamos a aguantar hasta que las fuerzas resistan, le pedimos al pueblo de México que reflexione lo que está pasando en este país con su salud, es mentira que Andrés Manuel López Obrador y Juan Ferrer [titular del Insabi] quieran ayudar a la gente”, denunció con enojo Saúl Ulises Cortés.

En Reforma la confusión se hizo presente en la movilización: por un lado algunos pedían acudir al Senado y otros a la Secretaría de Salud (Ssa); al final, la dependencia dirigida por Jorge Alcocer Varela fue el destino.

Para llegar a la Ssa los inconformes tuvieron que caminar una hora sobre esa vialidad, y aunque policías salieron a su encuentro, eso no fue suficiente para que las consignas contra el presidente López Obrador y Ferrer, se siguieran escuchando.

En la Secretaría de Salud la manifestación tuvo que esperar para que Pedro Flores Jiménez, titular de la Unidad de Administración y Finanzas de la dependencia saliera a recibirlos y les permitiera el paso para entablar diálogo.

Mientras representantes de los extrabajadores del Seguro Popular discutían el futuro de los inconformes, afuera el nerviosismo y la desesperación surgió. Había personas que incluso llegaron desde varios estados para definir su futuro laboral y todo apuntaba a que se irían sin una respuesta clara.

Al final del día el temor de todos se hizo realidad: la Ssa y la Segob se deslindaron y argumentaron a los inconformes que debían acudir con los gobiernos estatales para resolver su situación, debido a que las contrataciones en el Insabi son responsabilidad de cada entidad.

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