“Este es tu plasma", me muestra la enfermera la bolsa con poco más de 600 mililítros de un líquido que no luce como sangre. "Va para tres pacientes en terapia intensiva”.

Con esa frase salgo y con esa frase me quedo, luego de donar plasma en el Centro Médico La Raza después de pruebas positiva y luego negativa a coronavirus

La Seretaría de Salud federal ha llamado a quienes han salido ya negativos de coronavirus a donar plasma.

Entré al protocolo de donación luego de dar positivo sin síntomas. Después de los 14 días de enfermedad y 14 más de aislamiento acudí al hospital con la intención de donar, previa cita acordada con el IMSS.

Durante mi enfermedad únicamente tuve alguna incomodidada en la garganta, y acaso un dolor de cabeza. Agradecí haber dejado de fumar hace siete años.

"Por acá vino a donar Pato Borghetti, con cámaras y todo", me cuenta una enfermera muy amable. Relata que después de esa escena fue más gente a donar, pero ya no es el caso. Solo veo a dos jóvenes donando en un periodo de cerca de hora y media estando allí.

Un donador, tapado con una sábana, me cuenta que tuvo síntomas más de dos semanas, diarrea incluida. Vuelvo a agradecer que dejé de fumar.

Son cerca de 75 minutos de estar abriendo y cerrando la mano. La máquina te indica lo que hay que hacer: Ahora hay que apretar, y ahora hay que descansar. Apenas se siente cómo la sangre filtrada te regresa por la aguja a la vena, ya sin plasma.

No es doloroso, tampoco incómodo. Al final de la extracción las enfermerdas se quedaron conmigo. Me dieron comida y suero. "¿No te sientes mal?, me preguntan". En absoluto.

¿Mi plasma va a salvar la vida a tres pacientes intubados, en terapia intensiva? Ojalá. Si nada raro ocurre la próxima semana voy de nuevo a donar. Otros 600 mililítros para otros tres pacientes. Que al menos por voluntad no quede.

ml +

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