Cuando el ex presidente Enrique Peña Nieto tiene la oportunidad de tomar el volante de un vehículo, lo hace, él mismo acepta -en pláticas informales con sus amigos- que le gusta conducir un buen auto... y sentir la adrenalina de la velocidad.

Cercanos al mexiquense narran que en una ocasión, ya de noche en el Libramiento de Atlacomulco -rumbo a Valle de Bravo-, el entonces mandatario manejaba un auto de lujo. Iba solo, con su escolta, que lo seguía en un par de camionetas del Estado Mayor Presidencial.

Ese día, el mandatario de poco a poco incrementó la velocidad hasta dejar atrás y luego muy atrás a su escolta, la cual contaba con conductores altamente capacitados en maniobras para protección del Jefe del Ejecutivo, pero el auto del Presidente se despegó y los perdió.

De vez en vez, Peña Nieto hablaba por teléfono con su jefe del Estado Mayor Presidencial, general Roberto Miranda Moreno, para preguntarle dónde estaba y decirle dónde se encontraba él sobre la carretera.

En ese andar -dicen cercanos al ex Presidente-, Peña Nieto llegó a una caseta y se dio cuenta que no traía efectivo con él para pagar el peaje, bajó la ventanilla y se presentó con el operador de la caseta, quien se sorprendió. Enseguida le dijo que atrás venía el equipo que pagaría y lo dejó pasar.

Peña Nieto, solo en la carretera y con un equipo de seguridad desesperado por alcanzarlo, siguió su camino rumbo a Valle de Bravo. Llegó a la siguiente caseta, y ahí espero, 30 minutos a que llegara el general Miranda y su equipo.

El Presidente preguntó que si habían pagado las dos casetas, el militar le dijo que no y ordenó que regresarán a pagarlas. Recorrieron el último tramo de ese viaje nocturno, de madrugada, juntos.

En agosto de 2014, Peña Nieto inauguró el libramiento de Coatepec, en el estado de Veracruz. Ese día, sin importar que lo acompañara el piloto profesional de Fórmula 1 Sergio “Checo” Pérez, el mandatario tomó el volante y recorrió los más de 13 kilómetros de la obra.

Ese día, la velocidad que alcanzó el vehículo que conducía el entonces Presidente superó los 140 kilómetros.

La historia viene a cuenta porque hoy el presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó que todos los vehículos oficiales que estuvieron a disposición de Peña Nieto, su esposa Angélica Rivera, y sus seis hijos -como las camionetas blindadas utilizadas para la seguridad del mandatario y su familia- serán puestos a la venta el 23 y 24 de febrero.

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