“Difícil, que productores de armas controlen tráfico”

Es particularmente difícil que el control de armas que ingresan ilícitamente a México sea tratado en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, donde los miembros permanentes con derecho a veto son sus principales productores, dijo Juan Ramón de la Fuente, representante permanente de México ante la ONU y exrector de la UNAM.

“La respuesta habitual que dan es que se trata del sector privado, y así es, en efecto, pero el Estado tolera y permite que eso ocurra”, expresó.

En el segundo día de trabajos del Primer Coloquio Internacional La humanidad amenazada, ¿Quién se hace cargo del futuro?, organizado por el Programa Universitario de Gobierno (Pungob), expuso que sin mayor control, las armas que entran a México de manera ilícita son consecuencia del tráfico deliberado o el desvío y así no se podrá avanzar en la pacificación de muchas regiones del país.

“Un tema de interés de México, y que ha sido planteado en el Consejo de Seguridad de la ONU, es el tráfico y desvío de armas llamadas pequeñas y ligeras [como rifles, escopetas, metralletas y pistolas]”, detalló.

En la conferencia Derecho al futuro, De la Fuente recordó que esa instancia de la ONU tiene la responsabilidad de mantener la paz y la seguridad internacionales. Es la única de todo el sistema de Naciones Unidas cuyas decisiones son vinculantes para los países. La forman 15 miembros, cinco permanentes (China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia) que tienen el llamado derecho de veto, y 10 electos (se eligen cada cinco años).

Precisó que la presidencia del consejo es rotatoria y cuenta con una agenda; el país que lo preside tiene la posibilidad de introducir algunos asuntos de su interés a la consideración de ese órgano.

Recordó que cuando México ocupó ese cargo se introdujeron tres temas, además del tráfico de armamentos y cómo exacerban los conflictos y representan una amenaza a la paz y la seguridad internacionales, los de corrupción, desigualdad y exclusión, como causas subyacentes y catalizadores de conflictos, y el de diplomacia preventiva.

Resaltó que en el consejo están representadas las grandes potencias, y México desempeñó un buen papel: “De todos los miembros electos fuimos los que más resoluciones sacamos y los que más contribuimos en la agenda, a que hubiera un avance positivo de esa instancia, aún en comparación con naciones con una gran diplomacia, como Noruega, o muy potentes, como India.

“México, en su posición de neutralidad sobre la base de nuestros principios constitucionales, pudimos hilar más resoluciones que otros; sin embargo, también hubo circunstancias sobre las que no fue posible lograr una resolución”, precisó De la Fuente.