Período, regla, Andrés o la visita, son términos comúnmente utilizados para referirse a la menstruación de una manera “más sutil”, pero el uso de términos diferentes para llamar a la menstruación contribuye al tabú que rodea a este proceso natural.

Aún recuerdo el día que vi una toalla sanitaria por primera vez. Mi mamá con todo el amor del mundo me explicó cómo utilizarla para cuando llegara el momento; sin embargo, ella nunca me habló de cólicos, duración de la menstruación o productos de higiene menstrual.

Un día, de sorpresa, aparecieron unas manchitas y ¡boom!, tuve mi primera menstruación. Le conté a mi mamá de inmediato, pero eso sí, solo a ella porque los demás miembros de la familia no podían enterarse, mucho menos los hombres; sacar una toalla era casi un pecado que debía ocultarse a toda costa. Cada vez que hablábamos del tema simplemente utilizábamos palabras secretas para que los demás no se enteraran.

Otro día, mientras estaba en una de mis clases de primaria, dije “ciclo menstrual” enfrente de mis compañeros. La maestra me regañó por decirlo tan abiertamente: “niña, ¿qué son esas palabras? Ese es un tema privado”. En ese momento no supe qué responder, había leído la frase en mi libro de ciencias naturales y no pensaba que fuera mala; me parecía de lo más común.

La realidad es que lamentablemente la menstruación sigue siendo un tema del que poco o nada se habla dentro de las familias mexicanas. Es importante comenzar a cambiar el discurso que la sociedad tiene respecto a la menstruación, pues lamentablemente hay estigmas viejos que continúan siendo un obstáculo para su normalización y al mismo tiempo fomentan la discriminación y limitan los derechos humanos y la libertad de niñas, adolescentes y mujeres.

Cierta ocasión, una de mis compañeras comenzó a faltar constantemente a clases. A su regreso le preguntamos por qué se había ausentado por tanto tiempo y ella respondió que no había podido ir a la escuela porque tuvo su menstruación y no contaba con toallas sanitarias.

El acceso limitado a productos de higiene menstrual y saneamiento tiene un gran impacto en la vida de las niñas y las adolescentes. Trae consigo un riesgo de infecciones, limitación de actividades e impacto emocional y psicológico. La falta de productos de higiene menstrual puede llevar a que niñas y adolescentes se vean obligadas a improvisar materiales insalubres para sobrellevar su menstruación, lo que las vuelve vulnerables a padecer infecciones vaginales y limita su participación en actividades cotidianas debido al miedo a mancharse; esto puede causar estrés, falta de autoestima y preocupación que afecta su bienestar emocional.

Se debe garantizar el saneamiento y acceso igualitario a productos de higiene durante la menstruación para promover la salud y bienestar de las niñas, adolescentes y mujeres con el acceso asequible a productos menstruales y el fomento de alternativas sostenibles. Al proveer saneamiento, se previenen enfermedades y se promueve una buena salud menstrual, lo que facilita su participación plena en la vida cotidiana y, por ende, igualdad de oportunidades; asimismo, se promueve una sociedad más inclusiva y libre de estereotipos en donde se incentiva la igualdad, dignidad y derechos humanos de las niñas, adolescentes y mujeres.

La menstruación digna es un derecho humano ligado a la igualdad y no discriminación que debe ser garantizado para todas mediante una educación menstrual libre de estereotipos, apoyo emocional y la promoción de los derechos menstruales. La menstruación es un proceso biológico normal que debe ser respetado y el negar su gestión segura, cómoda y saludable va en contra de la dignidad humana. Asimismo, la oportunidad de elegir cómo vivir la menstruación es fundamental para la autonomía personal, pues permite que las mujeres, niñas y adolescentes tomen decisiones informadas sobre su cuerpo.

Finalmente, es fundamental romper con estereotipos respecto a la menstruación en la sociedad para lograr que sea percibida como algo completamente natural. Al promover y normalizar las conversaciones en donde se hable de la menstruación de manera informada y respetuosa se desafían las creencias predominantes y se promueve una sociedad más inclusiva e igualitaria en donde no exista espacio para la vergüenza ni el estigma asociado a la menstruación. ¡Por una salud menstrual digna para todas!

Mariana Nolasco es una joven de 17 años originaria de Tlaxcala. Actualmente colabora con el Comité Juvenil U-Report 2023 en las comisiones de igualdad y educación, además de colaborar con las actividades para conmemorar el Día Internacional de la Juventud. Ha brindado charlas de higiene menstrual a través del programa de Sorora Luar.

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