Aproximadamente 14.5 millones de hogares en México pertenecen a las clases medias, cifra que representa 41% de las viviendas en el país, de acuerdo con estimaciones elaboradas con base en los resultados más recientes del Censo de Población y Vivienda 2020 del Inegi, y los datos de la Asociación Mexicana de Agencias de Investigación de Mercado (AMAI).
Tras los resultados electorales, el presidente Andrés Manuel López Obrador se lanzó contra este importante segmento de la población, a quien calificó de “aspiracionista, egoísta y que quiere triunfar a toda costa”.
En su opinión, “un integrante de clase media-media, media-alta, incluso con licenciatura, con maestría, con doctorado, ¡no!, está muy difícil de convencer [del proyecto de la 4T]”.
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Algunos de los estados donde la oposición ganó la gubernatura son entidades donde la clase media tiene un peso relevante. Tal es el caso de Nuevo León, donde este grupo de la población representa 56.1% de los hogares, la participación más elevada a escala nacional. En Chihuahua y Querétaro el PAN lleva la ventaja, y los hogares clasemedieros representan 48.5% del total. En tanto, en San Luis Potosí, donde se posicionaron el Partido Verde y el PT, representan 38.8%.
Mención aparte merece la Ciudad de México, donde si bien no hubo elección de gobernador, nueve de las 16 alcaldías quedaron en manos de la oposición.
En este caso, la clase media representa 51.1% de los hogares. Según el Presidente, en la capital del país hubo un avance hacia el conservadurismo, pues este sector se dejó manipular por ideas como el populismo, la reelección y el “mesías tropical”.
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De los 10 estados con ventaja para Morena y sus aliados, sólo en tres predomina la clase media: Baja California, con 55%; Baja California Sur, 52.5%, y Sonora, 51.1%.
En tanto, en cinco estados su participación es baja: Guerrero, con 24.8%; Campeche, 33.8%; Tlaxcala y Michoacán, ambos con 37.6%, y Nayarit, 39.4%.
Difícil ubicación
El concepto clase media es difícil de establecer y complejo de asir, pero no por eso deja de ser menos real y, sobre todo, políticamente relevante, advierten Luis de la Calle y Luis Rubio en su ensayo Clasemediero.
De acuerdo con el estudio Bajo presión: la disminución de la clase media, publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) a finales de 2019, para que los mexicanos pertenezcan a ese nivel socioeconómico se requieren ingresos mensuales en un rango de 6 mil 260 a 16 mil 700 pesos.
El concepto de clase media es elástico, porque incluye a personas con ingresos muy distintos, por lo que es preferible emplear el término clases medias. Sin embargo, a pesar de las diferencias en el nivel de ingreso, existen similitudes en su concepción de la vida y su lugar en la sociedad.
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El término comprende profesionales, comerciantes, burócratas, empleados y académicos, los cuales tienen un ingreso suficiente para vivir en el entorno urbano (lo que no elimina su presencia en el ámbito rural) y desean mejorar su posición económica de manera sistemática.
Además de la disponibilidad de ingresos suficientes, todas las definiciones de clase media contemplan la búsqueda de medios de superación y movilidad social; empleo esencialmente en el sector servicios; interés por el cine, la cultura y otras manifestaciones artísticas como entretenimiento; la propiedad o alquiler de una casa o apartamento como base de su desarrollo familiar; la posesión de un automóvil u otro tipo de satisfactores, como televisión, internet y smartphone.