Los líderes de América del Norte revivirán el jueves las cumbres a tres bandas suspendidas durante la presidencia de Donald Trump. Aunque el presidente de Estados Unidos, Joe Biden ; el ; y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau , recuperarán la tradición, los tres aliados mantienen profundas diferencias en inmigración, cambio climático y comercio.

“No hay demasiado en común entre ellos, al menos en su visión de lo que quieren para sus países”, apuntó Kenneth Frankel, presidente del Consejo Canadiense para las Américas. “No sólo lo que quieren para sus países, sino en lo que pueden ofrecer a sus países”.

Las reuniones del jueves en la Casa Blanca serán las primeras en las que estarán presentes de las tres naciones norteamericanas desde las de junio de 2016 en Ottawa entre Trudeau, el entonces presidente estadounidense Barack Obama y el mexicano Enrique Peña Nieto. Las cumbres se suspendieron durante la presidencia de Trump, quien se enfrentó tanto con el líder canadiense como con Peña Nieto.

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Biden ha hecho algunos avances para recuperar la relación de Estados Unidos con sus vecinos tras el turbulento paso de su predecesor por la Casa Blanca, pero muchas de las divisiones más importantes se mantienen, y han surgido algunas nuevas.

Trudeau llegó a Washington preocupado por las provisiones de compra estadounidenses en el plan de servicios sociales de 1,85 millones de dólares propuesto por Biden. Las prioridades de México antes de la cumbre eran la realización de avances concretos en inmigración y lograr un acceso equitativo a las vacunas contra el COVID-19.

El presidente estadounidense ya han sostenido teleconferencias separadas: con Trudeau en febrero y con López Obrador en marzo. Biden se reunirá por separado con Trudeau a la 1:15 p.m. hora de la costa este y con López Obrador a las 3 p.m. La reunión trilateral está programada para comenzar a las 4:45 p.m.

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La cumbre del jueves se realiza en medio de lo que es una semana importante para el presidente de Estados Unidos. Biden promulgó un proyecto de ley de infraestructura de 1 billón de dólares el lunes, celebró una cumbre virtual con el presidente de China Xi Jinping esa noche y viajó durante los siguientes dos días para promover las disposiciones contempladas en su importante acuerdo de gastos. También está tratando de impulsar su plan de gastos contra el cambio climático y en apoyo a los servicios sociales.

Estados Unidos y Canadá han expresado su frustración porque López Obrador no se ha sumado a los esfuerzos globales para frenar las emisiones climáticas. El presidente mexicano se saltó la cumbre climática de la ONU de este mes en Glasgow, Escocia.

El gobierno de López Obrador, por su parte, quiere que se consoliden los fondos de desarrollo prometidos por Estados Unidos para los países del Triángulo Norte de América Central. El líder mexicano continúa presionando a Estados Unidos para que financie una expansión de su programa de plantación de árboles en Centroamérica.

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México ha trabajado con Estados Unidos, tanto bajo la dirección de Trump como de Biden, para controlar los flujos de migrantes y ayudar a que los migrantes regresen a Centroamérica. Los dos países aún están negociando la reimplementación ordenada por la corte de una política de la era Trump conocida como Permanecer en México, que obligó a los solicitantes de asilo a esperar en suelo mexicano su proceso de asilo en Estados Unidos.

López Obrador también ha mencionado en múltiples ocasiones su interés en que el gobierno estadounidense amplíe su programa de visas de trabajo temporal para que más mexicanos y centroamericanos puedan satisfacer la demanda de mano de obra en Estados Unidos. Los trabajadores temporales a su vez podrían tener acceso al mejor salario que buscan en Estados Unidos sin convertirse en parte del flujo de inmigración ilegal.

Al llegar a Washington el miércoles, el secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, dijo que su gobierno se centraría en tres temas: la pandemia, la integración económica y la inmigración. Con respecto a los migrantes, Ebrard dijo que México trataría de conseguir apoyo para dos de los programas sociales característicos de López Obrador, la plantación de árboles y las oportunidades laborales para jóvenes, con los que busca reducir los factores que están detrás de la migración.

El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, expresó recientemente sus “preocupaciones serias” sobre los intentos del gobierno mexicano de limitar la competencia en el sector de la energía eléctrica.

maot

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