Jartum.— El presidente sudanés Omar al-Bashir declaró ayer el estado de emergencia en todo el país durante un año y destituyó al gobierno, luego de dos meses de manifestaciones en reclamo a su dimisión.

Reaccionando a estos anuncios, la Asociación de Profesionales Sudaneses (APS), que lidera el movimiento de protesta contra el mandatario, afirmó que seguirá llamando a manifestarse hasta que Al-Bashir, en el poder desde hace casi 30 años, dimita. “Decreto el estado de emergencia en todo el país durante un año”, declaró Al-Bashir, de 75 años, en un discurso televisado.

“Anuncio la disolución del gobierno a nivel federal y provincial”, agregó Al-Bashir, quien planea presentarse a un tercer mandato en 2020. El mandatario enumeró una serie de puntos para iniciar el cambio, entre los que se encuentran la formación del nuevo gobierno, a lo que no puso fecha. Indicó que el proceso se realizará en el marco de “un proceso de diálogo”, en un aparente llamamiento a la oposición para que participe. Además, pidió al Parlamento posponer las enmiendas constitucionales que permitirían a Al-Bashir ser candidato para los comicios previstos para abril de 2020.

“Nuestro país atraviesa una situación difícil y complicada, la más difícil de su historia”, dijo.

“Los problemas económicos deben ser tratados por personas calificadas y por ello formaré un gobierno compuesto por personas con las cualidades” requeridas, agregó.

Sudán se encuentra en pleno marasmo económico. Las manifestaciones, casi diarias, arrancaron el 19 de diciembre por la decisión del gobierno de triplicar el precio del pan. Pero las protestas se convirtieron rápidamente en un movimiento de reclamo a la dimisión del presidente, quien controla el país desde 1989. Según los observadores, esta ola de protestas son su mayor desafío en casi tres décadas.

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