Bruselas.- Los Juegos Olímpicos de Invierno que arrancan oficialmente este viernes en , muy probablemente alterarán los planes militares de Rusia en Ucrania .

De acuerdo con expertos en defensa, para salvaguardar las relaciones con el gobierno asiático, Moscú podría postergar la inminente intervención en Ucrania.

Aunque también podría usar el ambiente festivo de la competición, como cortina de humo para actuar, considerando que la atención de la opinión pública, principalmente de las potencias deportivas de invernales, como Estados Unidos y los países miembros de la Unión Europea , estará en el esquí alpino, el hockey sobre hielo, el patinaje artístico y el snowboard.

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No sería la primera vez que el presidente Vladimir Putin utiliza el telón olímpico para ejecutar operaciones extraterritoriales.

Se estaban entregando las primeras medallas de los Juegos Olímpicos de Beijing de 2008, cuando Georgia declaraba el estado de guerra en todo el país ante una ofensiva a gran escala del ejército ruso en la provincia de Osetia del Sur.

La orden de ataque girada al ejército ruso para apoyar a las fuerzas separatistas, prácticamente fue emitida mientras Putin presentaba su gratitud al gobierno del presidente chino, Hu Jintao, por la espectacular ceremonia inaugural.

El 23 de febrero de 2014, Putin estaba clausurando los Juegos Olímpicos de invierno de Sochi mientras sus tropas intervenían en suelo ucraniano para arrebatarle la península de Crimea, ubicada en el mar Negro. El Kremlin reportó que la ofensiva era necesaria para proteger a los ciudadanos rusos en esa región.

Los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio también fueron utilizados por el régimen ruso como Caballo de Troya. Estados Unidos y el Reino Unido acusaron a Moscú de realizar ataques cibernéticos durante esos eventos deportivos, en el contexto de una campaña global. Rusia no participó en ambas competencias luego de que la Agencia Mundial Antidopaje sancionara al país por un programa de dopaje gubernamental.

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“Rusia ha utilizado en el pasado los Juegos Olímpicos para invadir y realizar operaciones bajo la sombra”, declaró Mathieu Boulegue, Investigador del Programa para Rusia y Eurasia del Instituto londinense Chatham House, durante un foro convocado para discutir sobre las recientes evoluciones diplomáticas, estratégicas y militares en Ucrania.

“No creo que caiga bien en Berlín que vuelvan a usar los Juegos Olímpicos, pero no se sabe”, apuntó.

El analista sostiene que las relaciones entre Moscú y Beijing han cambiado sustancialmente desde 2008; la dependencia con relación al gigante asiático ha crecido.

El volumen del comercio bilateral alcanzó cifras récord en 2021, creció 38.5% para un total de 146 mil 900 millones dólares, sostiene la Administración General de Aduanas de China .

En esta edición olímpica, el presidente Putin figura entre las celebridades que asistirán a la apertura. El mandatario ruso aprovechará la presencia en la capital china para entrevistarse con su homólogo Xi Jinping . Está previsto que durante la reunión se firmen importantes acuerdos, incluyendo la posible formalización del Power of Siberia 2, un gasoducto que cruzará Mongolia y comenzaría a operar en 2030. La intención es duplicar el suministro del carburante y atender la creciente demanda en las regiones chinas más pobladas.

Boulegue sostiene que Putin estaría enviando señales equivocadas si actúa en Ucrania en los próximos días. Asegura que para no provocar a su socio deberá esperar hasta el 20 de febrero cuando finalicen los juegos, “después ya veremos”.

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El investigador sostiene que la movilización diplomática y militar exhibida por Rusia, tiene como objetivo someter de una vez por todas a Ucrania frente a los intereses nacionales rusos.

Pretende hacer de Ucrania una zona de contención frente a la ampliación de la OTAN . Como mínimo, en esta crisis, Rusia se conformaría obteniendo un estatuto especial para la región separatista de Dombás y garantías de que Kiev nunca será miembro de la Alianza Atlántica.

Asegura que hay fuertes señales de alarma que muestran que podría haber movilización militar rusa en febrero. Rusia probablemente esperará a que Ucrania cometa un error, como un accidente o incidente militar. Igualmente podría explotar alguna excusa política, como el estancamiento de las conversaciones con Estados Unidos.

Afirma que siempre pueden encontrar excusas, incluso éstas pueden ser diseñadas desde cero a través de operaciones falsas y engañosas.

El analista sostiene que el Kremlin ha elevado a tal grado las expectativas, que parece improbable que simplemente retroceda sin obtener algo a cambio.