
La logística del Tricolor, de cara al Mundial en Qatar, ha sido un dolor de cabeza para los dirigentes del futbol mexicano, quienes deben lidiar entre las exigencias de Gerardo Martino para poner a punto al equipo nacional y el poco margen de error que deja el sui géneris calendario armado debido a que el torneo ahora se jugará entre noviembre y diciembre.
El principal problema estriba en que no habrá muchos partidos de preparación.
De hecho, por ahora sólo hay confirmados seis: tres durante las siguientes dos semanas, uno en agosto y dos en septiembre, por lo que se busca desesperadamente cerrar un par más cuando el combinado esté en España, justo antes de viajar al Medio Oriente.
Eso sí, ha resultado muy complicado hallar rivales para esa época.
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