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Fernando Mercado Guaida está listo para trabajar con la jefa de Gobierno electa, Claudia Sheinbaum, en caso de que llegue una invitación formal de la morenista.

Si no se concreta una convocatoria, asegura que desde su trinchera como político independiente será un aliado más de la próxima mandataria local para abonar a que esta Ciudad sea el faro de avanzada.

El aún jefe delegacional en Magdalena Contreras, quien hace unos días renunció a su militancia de 20 años en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), habla claro sobre la “histórica” crisis de identidad que enfrenta este instituto político donde ya no se sabe si es de derecha o centro-izquierda. “Hay definiciones del PRI que no se debieron trastocar”, dice.

Tajante advierte a EL UNIVERSAL que esta ocasión será la última vez que se exprese sobre el partido que lo vio crecer y que lamentablemente podría extinguirse si no regresa a escuchar a la militancia y que ésta tome el control del partido.

“Si no hace esto, es un partido que no le queda más que desaparecer, más allá de pensar en un cambio de siglas que sólo representaría una transformación cosmética”.

Reconoce que le dolió abdicar a las filas del tricolor, pero reitera que haberle dado la candidatura a un hombre —Mikel Arriola—, que no era priísta, llevó a la declive al partido en la Ciudad.

¿Qué pendientes se quedan en la Magdalena Contreras, delegado?

—Un pendiente compartido, muy preocupante y que tiene que ver con infraestructura pública dañada por el sismo. Si bien atendimos las viviendas dañadas por el 19 de septiembre, las escuelas y las iglesias no se han podido atender.

Y digo que es un tema compartido porque el principal responsable de las escuelas es la SEP y nos hubiera gustado que con recursos públicos este año pudiéramos ayudar sobre todo a la escuela 166, donde los chavos de la secundaria se encuentran desplazados, tomando clases en malas condiciones, hacinados en otras escuelas. Me hubiera gustado terminar la demolición y proceder a la reconstrucción.

¿Deja el cargo satisfecho?

—Contento con el final de la gestión. Hicimos lo que estuvo en nuestras manos, le dedicamos cuerpo y alma en estos tres años. Conforme, pero no satisfecho porque uno se va pensando que pudo haber hecho un poco más, tal vez arrepentido por decisiones que se tomaron, a final de cuentas creo que es una gran ventaja que exista la reelección para los que vienen, porque tres años es poco y para nosotros fueron tres años atravesados por la elección del Constituyente, por el sismo, tres años atípicos que nos mermaron la capacidad de operación, de atención, pero entregamos muy buenos resultados.

Usted llegó como delegado abanderando el PRI, y ahora con la alcaldía el PRI quedó fuera. ¿Influyó su posición a favor de Claudia Sheinbaum?

—Estoy seguro que no, inclusive los resultados de los candidatos locales del PRI en Contreras son mucho mejores que los candidatos de presidencia o jefe de Gobierno y esto quiere decir que la gente supo distinguir su voto. Luis Gerardo Quijano, por ejemplo, tuvo 35 mil votos y Mikel Arriola tuvo 22 mil. Tenemos un votante consciente e informado.

¿Fernando Mercado no entregó o contribuyó para dejar a Morena la delegación?

—No, yo creo que a final de cuentas mi decisión tal vez sí pudo haber influido en algunos votos más, no los definitivos para que Claudia Sheinbaum fuera jefa de Gobierno, lo cual me tiene muy contento.

¿Quién pidió su expulsión?

—Beatriz Garza que fue candidata del PRD a jefa delegacional, imagínate la apertura a otro tipo de ciudadanos, es para que lleguen a tomar decisiones a costa de quien lleva décadas militando.

Hay quienes proponen cambio de siglas en el PRI capitalino. ¿Así podría volver a renacer?

—Creo que lo que tiene que hacer el partido primero es definir qué es. Esta campaña lo llevó a asumir una posición pública, totalmente distinta a la de los documentos básicos. Yo no sé si es de derecha o uno de centro-izquierda, como lo era. Se tiene que definir. Tiene que volverle a hacer caso a la militancia y no con un formato electrónico para mandar un mail y que por ahí se lea, sino hacer una convocatoria nacional para volver a escuchar a la militancia y que ésta tome el control del partido. El PRI tiene que ser autónomo y sin intromisión de nadie.

¿Cuauhtémoc Gutiérrez sigue abonando al PRI o el partido debe dejar de ser de grupos?

—En la Ciudad de México hay muy poca gente que está haciendo trabajo político. Cuauhtémoc es de los pocos, ya Mikel Arriola se fue, todos ellos que vinieron con su brillante estrategia de derecha ya no están, ya no participan, nunca militaron y por lo tanto regresamos a los actores políticos de hace tres años.

El PRI no se puede dar el lujo ahorita de tomar decisiones, como hacer purgas o limpias hacia adentro, porque son pocos y luego se persiguen o se dan el gusto de seleccionar, están destinados a desaparecer. La revisión debe ser sobre tomas, posiciones e ideologías.

Oiga dentro del PRI está su hermano, ¿no cree que a él lo puedan sacar en venganza?

—Sería lamentable que hiciera juicios sumarios o venganzas cuando son tan pocos. Mi hermano Diego aporta mucho y si bien es un chavo que ha tenido responsabilidades claras con brigadas, hoy es un líder juvenil que ahí va, y que por el apellido o por mis decisiones presidan de un cuadro más, entonces están destinados a desaparecer.

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