Naucalpan, Méx.— Hay peligro de que la Presa Madín se convierta en una gran cloaca receptora de drenajes si no se articula un plan integral de manejo de ésta, la cual incluye a los municipios de Atizapán de Zaragoza, Tlalnepantla, Naucalpan y Jilotzingo, advirtieron investigadores de la UNAM, IPN y ambientalistas que integran la Comisión de Cuenca de Presa Madín, organismo auxiliar de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

En conferencia de prensa, la maestra María de Los Ángeles Puente García, presidenta de la comisión, y Eduardo Espinosa Medel, de la gerencia operativa, acompañados de la investigadora del IPN Marcela Galar Martínez y de los ambientalistas Eduardo Villeda Callejas, conocido como Chuen Uap Zip; Xiomara Trujillo Gutiérrez, y Omar Pérez Sosa, expresaron su preocupación por el deterioro ambiental que afecta esta cuenca, donde los fraccionamientos y asentamientos humanos “crecen por miles como hongos”, en barrancas y sobre ríos.

“Somos depredadores de la naturaleza”, dijo Puente García al cuestionar el crecimiento urbano desordenado que registra este punto del Valle de México, donde confluyen Naucalpan, Tlalnepantla, Atizapán de Zaragoza y Jilotzingo.

Hemos detectado 14 descargas de tubos de aguas negras y tres tiraderos de basura que afectan directamente a la presa Madín; 70% de estos drenajes vienen de fraccionamientos de Zona Esmeralda, que en su mayoría bajan sin tratamiento alguno.

“De la Universidad Humanitas vimos un tubo que la Conagua debe verificar cómo descarga a la Presa Madín, al igual que los drenajes que bajan de La Concordia y Lomas Verdes del lado de Naucalpan, pues ni siquiera existe un padrón de drenajes”, apuntó Espinosa Medel.

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