Después del litigio por la construcción del puente de Canal Nacional, el Gobierno de la Ciudad de México redujo el número de árboles a talar y aumentó el terreno del humedal artificial que se encuentra en la zona, informó la directora General de Evaluación de Impacto y Regulación Ambiental, Lilian Guigue.

“Lo primero que les condicionamos [a los constructores] es que se afecte lo menos que sea posible. Nos solicitaron la autorización para derribar 639 árboles, de esos sólo han tirado 358, es decir 56.02%, y se está haciendo un esfuerzo para salvar la otra mitad. También se autorizaron 48 trasplantes y sólo se han realizado 32, es posible que el resto ya no sean tocados”, expuso.

En entrevista con EL UNIVERSAL, comentó que la restitución correspondiente a los 639 serían 3 mil 838, pero al no derribarse todos, se acordó que la restitución de árboles sería de seis por cada unidad.

“Actualmente, la empresa [la constructora Impulsora de Desarrollo Integral o Idinsa] ha plantado mil 100 árboles en el área”, dijo.

Recordó que la superficie de la obra es de 32 mil 942.15 metros cuadrados, en los límites de Xochimilco y Tlalpan, y de ellos 44.57% está dentro del Área Natural Protegida de Xochimilco, es decir 14 mil 683.63 metros cuadrados, pero también está en un área de uso público.

El puente se construye en el camellón de Periférico, espacio donde se encuentra un humedal artificial que servía como vaso regulador para evitar inundaciones; sin embargo, desde 2015 sólo es funcional para algunas temporadas de lluvia.

Lilian Guigue expuso que para seguir con la construcción del puente se condicionó a la empresa a implementar un programa de restauración del humedal artificial y realizar una ampliación. Detalló que se agrandará, pasando de casi una hectárea a tres.

En septiembre de 2019, la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse) anunció la construcción de este puente, con una inversión de 690 millones de pesos, que buscará reducir las emisiones por hidrocarburo y los tiempos de traslado en beneficio de Xochimilco, Tlalpan, Coyoacán, Iztapalapa y Tláhuac.

No obstante, los vecinos interpusieron un amparo, logrando una suspensión temporal, pues aseguraban que era un ecocidio; pero el pasado 2 de junio, un juez federal negó la suspensión.

Según la Sobse, la construcción lleva un avance de menos de 50%. Tras un recorrido realizado por esta casa editorial se observó que el personal sigue trabajando, ya se hicieron excavaciones y se están construyendo algunas columnas.

Irma Romero, residente de la Unidad Habitacional Hueso-Periférico, expuso que las autoridades, además de realizar este tipo de construcciones, deberían de preocuparse en resolver problemas como las inundaciones en la zona.


Con información de Emmanuel Camacho

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses