Atizapán de Zaragoza, Méx.— María Noé Mares Robledo conoció a Andrés “M”, acusado de ser feminicida serial de la colonia Lomas de San Miguel, ya que le dejaba guardar su puesto de dulces en su casa, pero ella desapareció en la Navidad de 2014 junto con su pequeño Édgard, de entonces siete años.

Ayer, Matilde llegó al domicilio del detenido para denunciar que desde hace más de seis años su hermana y su sobrino desaparecieron y el último contacto fue con El Chino, quien en ese entonces presidía el Consejo de Participación Ciudadana (Copaci) de la colonia.

Con las copias de la denuncia de desaparición y de una fotografía de María y Édgard Neri, Matilde acudió al número 22 de la calle Margaritas, donde se encontraron restos humanos y los peritos continuaban la búsqueda.

Narró que cuando se dio cuenta de la ausencia de su hermana preguntó entre los vecinos y solamente Andrés “M” —quien le dejaba a María guardar sus dulces y el puesto semifijo en su vivienda— le dio razón de ella.

“Lo conocíamos, él era presidente [del Copaci] de la colonia y lo conocemos como una buena persona”, señaló la mujer junto al cordón que delimita las labores periciales.

“La busqué en todos lados y fue [Andrés “M”] el único que me dijo que había llegado ahí a su domicilio, el señor se sabe ganar la atención de la gente y me dijo francamente que sí había venido, pero que ya no la vio”, comentó.

A pesar de la posibilidad de que su hermana sea una de las víctimas del presunto feminicida serial, Matilde guarda esperanzas de que sus familiares estén con vida.

“Ya hay una fecha para que nos muestren [las pertenencias halladas] tal vez para la próxima semana”, aseguró.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses