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Naucalpan, Méx.— “Sin equipo de protección, uniformes, balas, seguro de vida, y hasta sin armas, trabajan policías del ayuntamiento”, señalaron síndicos y regidores en sesión de cabildo en la que la alcaldesa Patricia Durán pidió un minuto de silencio para despedir al oficial César Pérez Hernández, quien falleció al enfrentar a presuntos delincuentes.

La policía de Naucalpan incluso trabaja sin armas, “porque tenemos información de que hay muchas pistolas perdidas, no sabemos cuántas ni de qué tipo, situación que preocupa”, admitió el secretario municipal de Gobierno, Manuel Espino.

En la persecución y enfrentamiento con presuntos delincuentes que viajaban en un Jetta negro, y que en su huida rompieron la pluma de acceso al restaurante Toks de Periférico Norte y Gustavo Baz la mañana del 8 de enero, finalmente fallecieron dos presuntos delincuentes.

César Pérez, con 11 años de servicio, murió tras enfrentar a los delincuentes; fue homenajeado de cuerpo presente en la explanada municipal, donde su esposa e hijos recibieron el apoyo de la alcaldesa, síndicos y regidores.

“César siempre acudía al llamado de los vecinos y atendía las peticiones de seguridad en torno a atrio de la iglesia de San Bartolomé”, dijo el vicario Alfredo Jacinto Vargas, quien ofició la ceremonia religiosa ante el cuerpo del oficial.

En cabildo, síndicos y regidores reconocieron el precario estado en el que laboran cerca de 2 mil 500 policías de Naucalpan, por lo que impulsarán mejoras e incentivos.

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