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A gritos es como remeros de los 10 embarcaderos de Xochimilco llaman a turistas nacionales y extranjeros a que acudan a estos sitios, ya que despúes del sismo del 19 de septiembre pasado la afluencia de visitantes ni siquiera llega al 10%.

En casi cuatro años, a Esteban Zaldívar y María Inés Castillo, representantes del Embarcadero Fernando Celeda, no les había tocado vivir esta difícil situación que pone en riesgo la estabilidad económica de más de 200 familias, tan sólo de un embarcadero.

Antes del temblor de magnitud 7.1 grados que afectó pueblos y barrios de Xochimilco, la afluencia turística en el Fernando Celada era de 80%, ayer si acaso, EL UNIVERSAL constató que sólo se subieron seis personas a dos de las trajineras.

La ayuda de auxilio llega a tal grado que los representantes de este embarcadero ofrecen: “¡Tráiganos turistas, que la gente venga y reactive esta economía de todos los que vivimos del servicio al turismo. Pague una hora y disfrute otra gratis!”.

Zaldívar expuso que la transmisión de un video a través de redes sociales el día del temblor, donde se percibe un fuerte oleaje, es lo que ha provocado que los visitantes no lleguen.

“Lógicamente se ve drástico el oleaje que crea un sismo de esa naturaleza, pero queremos decirles que no hay peligro, que las trajineras son seguras”, garantizó Esteban.

Los comerciantes que están dentro y fuera del embarcadero no venden sus productos. Los grupos norteños e incluso el mariachi que se acostumbraba ver en este sitio simplemente se quedaron sin trabajo.

Ya no se ve a las familias completas que recurrían a las trajineras para convivir un domingo.

Entrevistados desde las trajineras que en estos días lucen vacías, Zaldívar y Castillo achacan la falta de afluencia principalmente al miedo.

“El movimiento se quedó aquí, también ha influido, el vaivén hace que el cerebro recuerde aquel momento del sismo”, dice el representante.

No obstante, María Inés Castillo aproveha para decirle a la gente que subirse a las trajineras también puede servir como terapia.

Se cuenta con listados de bitácoras de trabajo diario en los que se percibe que hay días que ni una trajinera se registra sobre los canales; es decir que ninguna salió a recorrido.

“¿Dígame de qué nos vamos a mantener? Urge la promoción, que se reactive la economía, por lo pronto que venga nuestro turismo nacional para que vean que no es riesgoso”, declararon los representantes.

La invitación está hecha, la gente puede acudir a este embarcadero todos los días, para esta gente no hay descanso y el costo por cada trajinera que puede albergar hasta 12 personas es de tan sólo 500 pesos por hora. Los representantes enfatizanq ue el embarcaero es seguro, cumple con sus horas, tiene personal preparado para la natación, se apega al precio oficial supervisado por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).

Desde la Asamblea legislativa, diputados del PRD, Morena y Verde Ecologista han informado que ningún embarcadero sufrió daños, por lo que están en óptimas condiciones para ofrecer sus servicios a los visitantes.

“La gente puede volver a tomar estos sitios como una alternativa de fin de semana, pues desde las trajineras se puede disfrutar de una deliciosa gastronomía con las verduras de temporada como el huitlacoche, los quelites, los elotes, las semillas, así como con los alimentos preparados como los tamales y el pipián”, afirman.

También en esta temporada de Día de Muertos los habitantes de la Ciudad pueden participar de la puesta en escena de La Llorona, evento que se lleva a cabo todos los fines de semana hasta el 19 de noviembre.

Los representantes del Embarcadero Fernando Celada precisaron que con la visita a los canales de Xochimilco no sólo se apoya a quienes transportan las trajineras, sino también al productor chinampero, a los vendedores de dulces, de alimentos, e incluso a los mariachis, marimberos y demás músicos que viajan por los canales ofreciendo la música popular mexicana.

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