Los saludo desde Durban, ciudad de la costa este de Sudáfrica. Estoy visitando este gran país con motivo de la celebración de Indaba 2018 , la feria turística más grande del continente africano y, por supuesto, para explorar los sabores y cultura culinaria sudafricana. Ya les contaré más adelante.

Por lo pronto, me quiero avocar a un café al que regreso frecuentemente y que se encuentra en la Juárez: Cicatriz Café , un lugar que se ha convertido en uno de los hot spot del vecindario. Mi preferencia por este café se resume en tres cosas: los pays, los cocteles y las micheladas. Sé bien que la mezcla suena dispar pero les aseguro que, en estas categorías, Cicatriz Café está haciendo las cosas muy bien.

Verán: Scarlett Lindeman es una chef estadounidense quién, además, escribe también de comida y es de la idea que, entre menos opciones en la carta, es mejor. Sí, en Cicatriz se dedican al perfeccionamiento de cada elemento de su menú. Así, el sándwich de pollo frito y su toast de aguacate son de los mejores en el rumbo y por ahí también figura una ensalada de kale riquísima. En el tema de los postres, Cicatríz elabora una selección de panqués, galletas y pays. En redes sociales les he encontrado pays de plátano, de ciruela, de cereza, de limón… todos deliciosos y con la orillita crujiente y dorada. El truco es seguirlos en sus historias de Instagram porque las rebanadas se acaban, se los digo por experiencia.

Luego, en el apartado de las bebidas, los cocteles de Jake -el hermano de Scarlett- son también socorridos. Mi favorito, el Yoko, es una versión de Aperol splitz con mezcal: es dominguero y fresco. Pero, los más interesante que les he probado últimamente son las micheladas.

Los hermanos Lindeman están mezclando una versión verde que, en todos mis andares por esto de los restaurantes y demás changarros, no había encontrado hasta ahora. Imaginen el jugo de un aguachile mazatleco con su limoncito, pepino y chile. Imaginen que el juguito se mezcla con una cerveza bien fría en un vaso escarchado de sal y que es sábado y han caminado por Reforma bajo el rayo del sol. Imaginen que se sientan en la barra de Cicatriz y les traen una michelada y ésta se desliza como agua; y que al rato, entre música y plática, las micheladas se multiplican y se ven en la necesidad de ordenar un sándwich. Imaginen que ya son las cinco de la tarde, deben irse a casa, pero su vista juguetona se desliza hasta ese pay de ciruela , tan rojo e iluminado por un rayito de sol. Imaginen que después de los cocteles, las micheladas, los sándwiches y los pays emprenden el camino de regreso, llenos y felices, porque es sábado en la bella CDMX. Pero no se lo imaginen. Mejor vayan a Cicatriz Café .

Cicatriz Café

Dinamarca 44, col. Juárez

Instagram: @cicatrizcafe

Costo: una cuenta promedio en Cicatriz ronda en los 300 pesos por persona.

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