Me resistía a abordar el tema del 14 de febrero. Sí, es un día marcado por la comercialización del amor, pero aquí me tienen, una romántica incurable que no puede resistirse al encanto del cliché. Más allá de las flores, los chocolates y los peluches (a excepción de los entrañables changuitos de Chapultepec), creo fervientemente que la comida es la expresión más auténtica de un "me gustas". Nos lo enseñó Golfo, de La Dama y el Vagabundo, en aquella inolvidable escena en la que le cede la última albóndiga a Reina.

Leer también:

La mejor cita

No es ninguna sorpresa que París sea el epicentro del . Todos hemos escuchado al menos una historia de entrega de anillo en la Ciudad de la Luz. Pero con un presupuesto más realista y la colonia Condesa como escenario, me dirigí a un lugar que visité hace más de una década, dispuesta a comprobar si sigue siendo el enclave perfecto para una cita romántica.

Desde el exterior, la fachada decorada con un letrero rojo neón me evoca al Moulin Rouge, pero sin el trágico desenlace del filme protagonizado por Nicole Kidman. Una vez dentro, evitando la mesa en la terraza para mantener la privacidad, nos acomodamos en una pequeña mesa con un mantel blanco de dos capas: la primera de papel para una limpieza efectiva y la segunda de tela, para no perder la elegancia. La tenue luz del salón crea un ambiente íntimo, perfecto para una velada romántica.

Leer también:

Mejillones. Foto: Diana Féito
Mejillones. Foto: Diana Féito

Una carta de amor

La del lugar se pasea entre lo clásico y, curiosamente, lo italiano. Desde quesos variados hasta escargots con un toque de jamón serrano, pasando por pastas, carnes, aves, pescados, mariscos y especiales, la oferta es amplia y tentadora. Nos dejamos llevar por las recomendaciones: sopa de cebolla, mejillones en salsa de vino blanco y tarta tatín.

En cuanto a la bebida, optamos por cerveza y vino blanco, esta última llegó a la mesa como una "cuba puesta". Aunque intenté canalizar mi interior Raimonds Tomsons, el Mejor Sumiller del Mundo 2023, la temperatura del líquido y la falta de superpoderes me hicieron desistir. Pero, ¿quién necesita ser un sumiller cuando se tiene una rica sopa de cebolla delante? Espesa, intensa y llena de sabor, un deleite.

Risotto. Foto: Diana Féito
Risotto. Foto: Diana Féito

Leer también:

El plato de mejillones, aunque abundante, quedó en la sombra al compararlo con aquellos que probé en Botánico, con su exquisita salsa de coco y lemongrass. Una comparación injusta, pero inevitable. Para acompañar, unas papas fritas crujientes a la vieja usanza, fieles a la receta de moules et frites.

Mi pareja optó por el risotto con salsa de pimiento horneado, coronado con champiñones "crocantes", espárragos y parmesano. Para mi gusto era demasiado pimiento, regresé felizmente a mis mejillones, recordando que dicen que los mariscos son afrodisiacos, ¡y después de todo, esto es una cita!

Leer también:

Final feliz

Una comida francesa no está completa sin postre. Así que compartimos un delicioso crème brûlée, acompañado de un par de cafés. Y con el último suspiro de la cuchara decidimos que si el amor fuera un plato, definitivamente sería un postre: dulce, tentador y siempre deja con ganas de más. ¡Hasta la próxima cita culinaria!

Rojo Bistrot

Dirección: Ámsterdam 71, Colonia Condesa.

Teléfono: 55 5211 3705.

Horario: lun. 13:30 a 22:00 hrs, mar.- sáb. 13:30 a 23:00 hrs, dom. 13:30 a 18:00 hrs.

Promedio: $800 a $1,000 por persona.

*Diana Féito es periodista gastronómica, apasionada por descubrir historias. Siempre la encontrarás comiendo algo rico y compartiéndolo en sus redes.

Recibe todos los viernes Hello Weekend, nuestro newsletter con lo último en gastronomía, viajes, tecnología, autos, moda y belleza. Suscríbete aquí: