Un copetín, copetín, solamente un copetín’ ... para quemar grasas, controlar el apetito y ayudar a tener una mejor digestión. ¡Sí! El vino puede ser una bebida saludable , pero ¿por qué?


"Beber una o dos tazas de vino puede ayudar a reducir enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, pero cuando bebes más de eso, el efecto resultará contraproducente y aumentarán los riesgos de enfermarte", asegura Alvarado.

Además de que no te subirá de peso si lo consumes moderadamente, el vino reduce el riesgo cáncer de colon, de ovarios y de próstata, además de la demencia senil o Alzheimer. Por si fuera poco, en las personas mayores abre el apetito.


Si alguna vez te has dormido con ganas de comer pero no sabes qué, un estudio hecho por la Universidad de Harvard tiene la respuesta: vino. Dicha investigación que tardó en concluirse alrededor de 13 años reveló que, de entre un grupo de 20 mil mujeres, aquellas que bebían dos copas de vino al día reducían el riesgo de padecer obesidad.

No se trata de que bebas vino todo el día, una copa es suficiente. ¡Salud!

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Fernanda Alvarado

es especialista en nutrición y educadora en diabetes, escribe la sección “Zona Saludable” en el suplemento impreso de Menú de El Universal. Cuenta con estudios de educación continua en nutrición y formación como promotora de salud por parte de la Universidad Iberoamericana. Candidata a maestría en nutrición y dietética con especialidad en nutrición comunitaria.

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