El maracuyá es una de las frutas que se han sabido aprovechar en diversos sectores, desde la cosmética, la dermatología y la herbolaría. Por supuesto, uno de sus usos más populares tiene que ver con la gastronomía.
De color amarillo brillante y repleto de semillas cafés, de este alimento se extrae la cáscara y la pulpa para elaborar mermeladas, jarabes, dulces, helados, pasteles y también condimentos.
Y con justa razón, pues es rico en nutrientes como la vitamina A y C, fibra, antioxidantes, hierro, zinc, magnesio, cobre, fósforo y selenio. Aunque la mejor manera de obtenerlos en mediante la elaboración de jugos.

Leer también Cuánto tiempo puedes guardar el arroz cocido en el refrigerador
De acuerdo con el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), dicho fruto tropical es originario de América. Su pulpa tiene un sabor ácido por la presencia de sustancias volátiles (ésteres y monoterpenos), mismo que también le dan su característico aroma ligeramente cítrico.
En la medicina tradicional, el maracuyá se emplea como “diurético, digestivo, sedante y antidiarreico”. De hecho, en algunas regiones del país también se aprovechan las hojas de la planta para preparar infusiones como auxiliares en el tratamiento de la tos, constipación, insomnio, cólicos en infantes y el dolor de articulaciones.
Además, sus nutrientes actúan sobre diversos sistemas del cuerpo para mantenerlo en óptimas condiciones:
Una de las curiosidades de este fruto es su seudónimo: “fruta de la pasión”. Este peculiar nombre proviene de la religión, específicamente de los misioneros españoles de Sudamérica. Veían a la planta en la que crece como un símbolo de la Crucifixión de Cristo.
Ingredientes:
Procedimiento:
Leer también Receta fácil para hacer cóctel de camarón en casa
Recibe todos los viernes Hello Weekend, nuestro newsletter con lo último en gastronomía, viajes, tecnología, autos, moda y belleza. Suscríbete aquí: https://www.eluniversal.com.mx/newsletters