Monterrey.— El proceso electoral por la gubernatura de Nuevo León no está definido, pues, en forma inédita, arranca con cuatro aspirantes competitivos. Sin embargo, es posible que durante el desarrollo de las campañas, sumen fuerzas los partidos en un intento por frenar a Morena, opina el politólogo Gilberto P. Miranda.

El estratega de comunicación y análisis político expuso que la elección del 6 de junio será inédita porque históricamente en la entidad el triunfo se lo habían disputado el PRI y el PAN, hasta que en 2015, con Jaime Rodríguez, hubo la primera gubernatura independiente en el país.

En esta ocasión, dijo Miranda, hay de inicio cuatro aspirantes fuertes Samuel García, MC; Fernando Larrazábal, PAN; Adrián de la Garza, PRI-PRD, y Clara Luz Flores, de la coalición Morena, PT, PVEM y Nueva Alianza.

En cuanto a una postura de ventaja de Morena, por el hecho de que en Nuevo León los partidos de oposición país no pudieron ponerse de acuerdo para ir con un abanderado común, el analista señala: “No creo que algún candidato o candidata en este momento esté en una ruta imparable de victoria, la elección no está decidida”.

Recordó que en Nuevo León Morena nunca ha ganado una alcaldía y tiene baja capacidad de movilización, se está convirtiendo en un partido “atrapa todo”, sumando perfiles competitivos de otras fuerzas políticas, impensables en otro tiempo.

Sobre una eventual alianza de partidos para ganar la elección, consideró que el más viable de declinar esta vez sería Larrazabal del PAN, a favor del aspirante que encabece las encuestas en el lado opositor. Sin embargo, expresó, “en nuestro sistema político no se ha normalizado la práctica de declinar por una opción con mayores posibilidades de triunfo, como ocurre en sistemas parlamentarios, donde este proceso tiene de por medio plataformas o agendas, y el que sale de la contienda o declina, lo hace porque quien recibe su apoyo acepta tomar sus propuestas, y aquí son alianzas más pragmáticas”.

Aunque señaló que en esta ocasión, los únicos partidos que pueden presentarse como alternativa son Morena y Movimiento Ciudadano, también indicó que cabe la pregunta sobre si el 6 de junio Morena cosechará la aprobación que tiene el presidente Andrés Manuel López Obrador a escala nacional o si lo que obtendrá es reflejo del rechazo que en las clases medias hay hacia el mandatario en el estado más industrial del país.

La situación entre candidatos

Este momento, precisó Miranda, no descartaría el triunfo a ninguno de los aspirantes de Morena, PRI, PAN y MC, aunque reconoció que el más debilitado es el PAN, que ante la ausencia de cuadros rescató a Fernando Larrazabal, después de muchos años de inactividad, y con una carrera pública con señalamientos y de escándalos de corrupción.

El blanquiazul postuló además por Monterrey a Yolanda Cantú, una mujer con gran preparación académica, pero cero posicionamiento público. Asimismo, mientras el PAN entregó posiciones a colaboradores de Jaime Rodríguez, se fueron Morena, sus precandidatos a la gubernatura Víctor Fuentes, que contenderá por Monterrey, mientras Felipe de Jesús Cantú va por una diputación local.

El PRI, por su parte, tendría en su contra que Adrián de la Garza, aspirante a la gubernatura y Francisco Cienfuegos, candidato por Monterrey, fueron parte del equipo del exgobernador Rodrigo Medina, quien, por los señalamientos de corrupción propició el sentimiento de coraje ciudadano que en 2015 le dio el triunfo a Jaime Rodríguez.

Sobre la candidata de Morena, Clara Luz Flores, señala que Nuevo León tendría cuatro sexenios —24 años seguidos— con mandatarios de extracción priista, pues Natividad González Parás, Rodrigo Medina y Jaime Rodríguez se formaron en el PRI, igual que Clara Luz o Adrián de la Garza.

Samuel García, de MC, estaría siendo afectado en este proceso por el fenómeno de las redes sociales, que en 2018 lo benefició para llegar al Senado. Sin embargo, su causa podría beneficiarse con Luis Donaldo Colosio Riojas como candidato por la alcaldía de Monterrey, manejando un mensaje que parece más dirigido a posicionarse a escala nacional, como un cuadro a considerar en 2024 o más adelante.

Al respecto, expresó Miranda, el fenómeno de Luis Donaldo es único, porque en México prácticamente no hay dinastías políticas como los Kennedy, en Estados Unidos.

“Es el único caso donde hay la noción de una esperanza rota, de un sueño que no se cumplió, de una persona [Colosio Murrieta] que sí quería cambiar el sistema y fue arrebatado de su sueño de forma violenta. Esa historia de transformación puede ser muy poderosa”, dijo Miranda.

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