El ayuntamiento de Benito Juárez suspendió, por segunda vez, las obras del hotel Gran Solaris Cancún, en la zona de influencia de Playa Delfines , cuya edificación inició al amparo de una licencia de construcción que el Cabildo, en la pasada administración, ordenó anular, pero se hizo pasar por vigente.

La primera ocasión en que el gobierno de Cancún suspendió la edificación del proyecto, fue el 30 de noviembre del 2017, como resultado del recurso de revisión promovido por los entonces regidores, Antonio Meckler y Roger Sánchez, tres días antes, en contra de la licencia que le fue expedida por Jorge Hammeken, quien fungía como director de Desarrollo Urbano.

El recurso de revisión fue resuelto hasta el 21 de septiembre de 2018, cuando en sesión de Cabildo, privada, se ordenó la anulación de esa licencia, para expedir una nueva que, apenas el 22 de mayo pasado, se acaba de anunciar que es la misma, lo que violenta el acuerdo del cuerpo cabildar.

En consecuencia, este lunes, personal de la Secretaría de Ecología y Desarrollo Urbano colocó diversos sellos de clausura a lo largo del muro que la empresa levantó para rodear su propiedad, ubicada en el kilómetro 19.1 de la zona hotelera, a un costado de Playa Delfines.

En mayo pasado, la conclusión del muro de cemento indignó a la población cancunense, la cual se pronunció masivamente en redes sociales en contra del proyecto y pidió a la alcaldesa, “Mara” Lezama, ponerle freno, pues además de romper la calidad escénica del sitio, arrastra diferentes irregularidades.

La edil, en un principio, salió en defensa del desarrollo hotelero bajo el argumento de que contaba con todos sus permisos y se escudó en que su gobierno no podía hacer más, pues se trataba de un proyecto autorizado por la anterior administración, pese a que organizaciones civiles habían documentado las irregularidades del caso desde finales de 2017.

Las reacciones de la comunidad crecieron y el siete de mayo, en sesión de Cabildo, la regidora, Paola Moreno, anunció que solicitaría el expediente para revisar bajo qué términos se expidieron los permisos correspondientes y otros concejales anunciaron que habían acordado en precabildeo que entrarían a una verificación de fondo para conocer los detalles del caso y proceder.

El 21 de mayo pasado, Moreno Córdova informó que, como resultado de la revisión hecha al expediente del Hotel Gran Solaris Cancún, se confirmaron las irregularidades denunciadas y se descubrió que la licencia de construcción que avala la obra, es la misma licencia que el Cabildo ordenó anular el 21 de septiembre de 2018, para expedir una nueva.

“No hubo una nueva licencia de construcción; la que se ha hecho pasar por nueva, es la misma que se anuló y no cumple con los elementos legales para ser validada; no tiene fecha de emisión, tiene una anotación escrita a mano y no corresponde a un acto administrativo válido”, informó la regidora.

Ante ello, este lunes, la alcaldesa dirigió un mensaje, notificando a la comunidad, que ordenó suspender la construcción del proyecto Gran Solaris Cancún.

La edil dijo que la decisión era resultado de “meses de investigación”, cuando en realidad, las indagatorias iniciaron la primera semana de mayo, cuando la población le reprochó no frenar las obras.

“Es un caso que nos antecede en el tiempo y a nuestra administración; por ello tuvimos que buscar y revisar a detalle, la documentación y permisos otorgados para estar certeros que se cumplan con todas, y cada una de las reglamentaciones y normas correspondientes”, expuso.

Además de la suspensión de las obras, la munícipe indicó que instruyó al titular de la Secretaría de Ecología y Desarrollo Urbano, Armando Denigris, a que rinda un informe público sobre los detalles que soportan técnica y legalmente la decisión.

Lezama Espinosa subrayó que la orden de suspensión es “excepcional” y está “plenamente justificada”, por lo cual los empresarios, inversionistas y desarrolladores, “podrán estar tranquilos de que hemos respetado y haremos respetar la ley, como hasta ahora”.

Los vicios de origen del proyecto datan del gobierno interino del entonces alcalde, Carlos Canabal, en diciembre de 2004, cuando el Cabildo autorizó a “Villas Solaris”, la fusión irregular de tres lotes, para configurar uno solo, al cual le fue cambiado el uso del suelo.

Ambas acciones le permitieron lograr dimensiones superiores a las que originalmente le correspondían y tramitar la licencia de construcción 72296, con folio 1650, expedida por la Secretaría municipal de Ecología y Desarrollo Urbano el 19 de junio de 2017 y la autorización de impacto ambiental, expedida por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), el 17 julio de ese año, para edificar un proyecto de 14 pisos, planta baja y dos sótanos, y 450 cuartos, en un predio costero de 18 mil 844 metros cuadrados.

La inscripción de la fusión de los tres lotes, ante al Registro Público de la Propiedad y el Comercio, debió hacerse a los 30 días, pero tardó siete años y se concretó hasta el 2012.

A decir de la regidora Paola Moreno, el no haber cumplido con el plazo establecido, dejaba sin efecto la fusión, pero ésta se dio por válida y dio pie a los subsecuentes trámites y permisos.

“Mara” Lezama no ha fijado una postura, acerca de cómo procederá su gobierno, en contra de el o los ex funcionarios que resulten responsables de haber incumplido un acuerdo de Cabildo, de expedir una licencia de construcción, que no reúne los requisitos legales y administrativos, que además dio pie al sobreseimiento de un juicio que se ventilaba en contra de dicho permiso que, al supuestamente anularse, dejó sin materia el litigio.

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