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Cuernavaca.— Al amparo de la madrugada, un grupo armado esperó pacientemente a sus víctimas afuera de una terminal de autobuses, y cuando llegaron, cruzaron a pie la avenida Morelos sur para disparar contra sus objetivos.

El ataque fue contra seis jóvenes, de los que murieron cinco; el sexto fue llevado a un hospital, donde se encuentra custodiado por la Guardia Nacional para impedir una nueva agresión, informaron autoridades del estado.

Fuentes alternas a la investigación confirmaron que entre las víctimas se encuentra Gabriel León Villa El Gaby, supuesto líder del Cártel Gente Nueva, un grupo delictivo que tiene presencia en el estado al igual que Los Rojos, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Tlahuica, la Familia Michoacana, Los Maya y Los Linos.

La emboscada fue captada por cámaras de video de centros comerciales de la zona y en las imágenes se ve cuando cuatro hombres bajan de un auto estacionado en una agencia de alquiler y corren hacia un grupo de jóvenes que se dirigen a la terminal de autobuses Estrella de Oro, cuyas corridas principales son hacia ciudades de Guerrero.

La Fiscalía General del Estado detalló que realizaron el levantamiento de los cinco cuerpos; tres de ellos en el área de estacionamiento, uno afuera de la terminal y uno más en el área de andenes.

El gobernador del estado, Cuauh- témoc Blanco, informó que los hechos ocurrieron entre las cuatro y cinco de la mañana, y en su opinión, el recrudecimiento de la violencia en el estado —cuyo saldo arrojó 17 homicidios dolosos el fin de semana— es resultado de la detención de Santiago Mazari El Carrete.

El mandatario estatal afirmó que en Morelos hay policías, alcaldes, fiscales y hasta jueces vinculados a la delincuencia organizada, lo que impide tener éxito en la lucha contra la inseguridad pública y dijo tener pruebas contra funcionarios de administraciones pasadas que estuvieron relacionadas con las organizaciones delictivas.

“No puedo dar los nombres y ya actuaremos en consecuencia, pero no me voy a quedar callado porque hay policías municipales, estatales, jueces, fiscales, es una bola de corrupción enorme”, indicó.

El gobernador descartó que su administración vaya a pactar con la delincuencia como ocurrió en el pasado, pues generó el asentamiento de células criminales que ahora dejaron de recibir el respaldo oficial.

“Le pido a la gente que me den la oportunidad, porque ya estuvo bien, así no se puede trabajar, nosotros no podemos hacer las cosas con gente involucrada con el crimen organizado”, declaró.

Morelos, con foco rojo. Morelos está en semáforo rojo ante los hechos de violencia registrados desde el pasado viernes, reconoció José Manuel Sanz Rivera, jefe de la Oficina de la gubernatura, quien lamentó el repunte delictivo, así como mensajes difundidos en redes sociales que inhibieron el comercio, medios de transporte y la asistencia de estudiantes a escuelas de educación básica y bachillerato.

“Estamos en semáforo rojo y ahora analizaremos los resultados y la estrategia a seguir; debemos estar coordinados entre todos los involucrados en la mesa de seguridad para que no escale aún más la violencia”, expresó Sanz Rivera.

El funcionario admitió que los ataques recrudecieron el pasado mes de agosto con la detención de Santiago Mazari El Carrete, líder de la célula criminal Los Rojos que opera en el sur de la entidad.

Sobre el toque de queda autoimpuesto en la zona surponiente del estado, consideró que es una estrategia a fin de desestabilizar la entidad, puesto que se han registrado homicidios en la zona sur, pero la zona surponiente no fue “blanco de las balas” este fin de semana.

“Algunos negocios cerraron por precaución, pero no hemos suspendido actividad alguna de manera oficial, ni en hospitales ni en escuelas, y sobre el servicio de taxis [presuntamente amenazados por un grupo criminal] éste se ha restablecido poco a poco”, declaró.

En Cuernavaca el presidente de la Canaco, Antonio Sánchez Purón, informó que a raíz de la violencia que se registra en el estado, varios negocios del primer cuadro y en las inmediaciones determinaron cerrar dos horas antes de lo establecido.

Indicó que los establecimientos trabajaban en un horario de 10:00 a 21:00 horas, pero desde hace varios meses están cerrando entre 18:00 y 19:00 horas, porque no ven presencia de elementos de seguridad y en la tarde suben los delitos.

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