Tlahuelilpan.— La víspera de cumplirse un año de la explosión de un ducto de gasolina que cobró la vida de 137 personas, el arzobispo de Tulancingo, Domingo Díaz Martínez, celebró una misa en honor a las víctimas de esta tragedia.

En punto de las siete de la noche del viernes, familiares y pobladores de esta comunidad se reunieron en la iglesia de San Francisco de Asís, a donde llevaron algunas fotos y cruces para conmemorar el aniversario luctuoso.

A un año de ese accidente, que dejó en el lugar 68 personas sin vida y 69 que morirían en los hospitales, los que faltan fueron recordados y una frase se dejó en el aire: “prevenir un accidente, porque remediar cuesta más”, señaló el arzobispo, quien también pidió a la comunidad unirse para cuidarse unos a otros.

Juan Pedro Juárez, obispo de Tula, le señaló a los deudos que hace un año, justo un día después de la tragedia, les dijo que no estaban solos y hoy les recordó que “Dios está con ustedes”.

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