Perla del Ángel

, colaboradora del Centro de Atención al Migrante Exodus ( CAME ), ubicado en Agua Prieta , Sonora , señaló que el pasado domingo fueron intimidados por elementos de la Guardia Nacional , por lo que mostró su preocupación de que esta situación se repita en otras casas que refugian a indocumentados en la frontera norte.

En entrevista telefónica con Notimex , hizo un llamado al gobierno federal de que la Guardia Nacional no sea utilizada como cuerpo persecutor de migrantes y preservar los derechos humanos de quienes laboran en dichos centros de atención.

Agregó que tienen el temor de que regresen los elementos de la Guardia Nacional y que esta situación se generalice en otras zonas del país.

Consideró que lo acontecido representa una alerta para las casas de atención de migrantes y llamó al cuerpo federal que se abstenga de realizar actos intimidatorios en su contra.

Del Ángel comentó que este tipo de situaciones nunca las habían vivido y que coincide con el reforzamiento de operativos contra migrantes en diversas regiones del país.

Dijo que autoridades del municipio de Agua Prieta han hecho comentarios xenófobos y de rechazo a los migrantes , sin embargo, nunca han llegado a intimidarlos policías locales.

En un comunicado previo, el CAME expuso que estos hechos "buscan deslegitimar la labor de asistencia humanitaria y defensa de los derechos humanos que han realizado por décadas las casas de migrantes".

Indicó que el pasado 23 de junio, aproximadamente a las 19:00 horas, un convoy de vehículos tipo militar con, aproximadamente, seis elementos cada uno, e insignias de la Guardia Nacional en su brazo izquierdo, acudieron frente de las instalaciones del CAME para atender un reporte de persona armada que se encontraba afuera del refugio.

Agregó que fue interrogado un elemento de la Policía Municipal que se encontraba en servicio afuera del centro por una medida de seguridad dictada por el Ministerio Público para salvaguardar a víctimas de delito grave que se encuentran resguardadas en sus instalaciones.

Posterior a la revisión e interrogatorio del agente municipal, uno de los elementos militares tocó la puerta de entrada de CAME y al ser atendido se identificó como oficial de la Guardia Nacional, pidió información de las personas que ocupan la casa del migrante y se le respondió que no era posible brindarle lo que solicitaba.

En ese momento, el elemento inició una serie de cuestionamientos acerca del funcionamiento de la institución, como donadores y pago de impuestos, y solicitó entrar a la Casa del Migrante, aduciendo que era un lugar público y se le debía permitir el ingreso.

De acuerdo con el documento, el oficial siguió con el interrogatorio y cuestionó cómo podría saber si las personas al interior estaban por propia voluntad, pues para él resultaba sospechoso que la puerta esté cerrada con llave.

Asimismo, manifestó su pretensión de realizar una verificación migratoria y llamar a Instituto Nacional de Migración , indicando que dentro de sus facultades como Guardia Nacional está la de rescate de migrantes; todo lo anterior, con una actitud no sólo indagatoria sino de amedrentamiento.

Personal del CAME expuso que la casa del migrante está en regla y que no es un lugar público; además, que no era posible permitirle el ingreso sin una orden escrita y la imposibilidad de realizar una verificación migratoria , de acuerdo con lo establecido por la Ley de Migración .

Mientras expresaba lo anterior, una colaboradora de CAME fue grabada con un teléfono celular por otro elemento de la Guardia Nacional.

Para entonces, según el comunicado, ya se había establecido comunicación con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos ( CNDH ), que solicitó el envío de fotografías de la situación en ese momento.

La misma colaboradora de CAME tomó varias fotografías y el oficial le señaló que las capturas las había hecho de manera “ilegal”.

Esta situación se prolongó hasta las 20:24 horas, retirándose del lugar todos los elementos de la Guardia Nacional sin brindar mayor explicación, así como las unidades en las que se transportaban, que al final sumaron cinco.

El CAME expresó que la intimidación a las y los defensores no debe ser parte de los actos de autoridad, ni mucho menos de quienes aducen estar para realizar labores de “rescate de migrantes”.

" Se responsabiliza al gobierno federal del uso indebido que pudiera hacerse de la videograbación de la colaboradora del CAME , así como de cualquier otro intento ilícito de ingreso a la casa del migrante", abundó.

jabf

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