Cuentan que en Rumania hay un lugar donde los cadáveres, al entrar en estado de descomposición, retraen las encías, mostrando los colmillos y que cualquiera que los viera diría que no están muertos.

Así que, en el siglo XII, la gente pensaba que, si los clavaba al ataúd con estacas en el pecho, jamás saldrían de ahí para lastimar a los vivos.

“El vampiro nace de los miedos al ser humano que en algún momento abrieron una cripta y vieron esos cadáveres”, recuerda el cineasta Rigoberto Castañeda, quien es un amante del terror.

Ahora, el también director de Kilómetro 31, retoma el mito de esos seres que se transforman para volar y que se alimentan de sangre, para contar Sin origen, filme que estrena este fin de semana en salas nacionales.

Mientras Arap Bethke (La piloto) encabeza una legión de arcanos, seres cazavampiros que usan armas medievales, pero también tecnológicas.

Daniel Martínez (El señor de los cielos) es un narcotraficante que desea salvar a su familia.

La historia coproducida por Arnold Rifkin (Duro de matar), Mónica Vargas y Leo Zimbrón inicia cuando hombres protectores del personaje de Martínez, comienzan a morir flechados en la finca que se encuentran.

“Hay una cosa de desmitificar al vampiro clásico porque en esta historia son el polo positivo de la historia que estamos contando”, comenta el realizador.

“Estamos intentado una extirpe con mucho más bagaje de lo que se ve”.

Cada arcano presenta la cara tatuada con figuras extraídas de pasajes bíblicos, pero lograda con la ceniza de los vampiros asesinados.

Daniel Martínez, además del coprotagonista, fue responsable de diseñar los combates que se verán en la pantalla, incluyendo a la niña Paulina Gil (Restos de viento).

“Partimos de una base medieval y en los entrenamientos hacíamos marcial con patadas y puños; los arcanos son bastante competentes en ese tono y practicamos con espada y daga, aunque había que encontrar el arma adecuada para cada personaje”, recuerda el actor.

“El de Arap ni siquiera es como un mandoble y medio, con picos y difícil de manejar, trabajamos mucho tiempo para encontrarle el estilo, pues pueden ser armas pesadas y no queríamos que se viera así”, agrega.

En su momento, Arap recordó a EL UNIVERSAL que sus manos estaban con ampollas y rasguños por el constante uso de las armas.

“Fue divertido lo de los arneses para volar”, señaló durante el rodaje, el histrión.

Lisette Morelos (Por amar sin ley), Horacio García Rojas (Diablero), Carla Nieto (Cuéntame), Ramón Medina (Sitiados) y los niños Paola Marín y Matías del Castillo, completan el elenco de esta historia.

Una casa de unos mil 500 metros cuadrados, hecha con vidrio y metal, así como foros en el Ajusco y el estado de Morelos fue prácticamente también hogar del elenco, pues la película transcurre de noche.

“Me encantó pelear —dice divertida la niña Gil—, cada que iba con Daniel me mostraba las partes de la pelea, con coordinación y cómo había hecho gimnasia, no se me hizo pesado”.

Lissete tuvo una escena en que debía sumergirse en un estanque de agua fría por las condiciones climáticas de las fechas, casi el invierno de 2018.

“Soy un decidido fan del terror, del género de fantasía, las cuestiones oscuras, el glamour que hay detrás de los vampiros y cómo decir que no a esta película que es un sueño”.

Dato


- 2 millones de dólares fue el presupuesto para realizar el filme de terror que se grabó en Morelos

Frase


“El vampiro nace de los miedos al ser humano que en algún momento abrieron una cripta y vieron esos cadáveres”, Rigoberto Castañeda, director de cine. 

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