La maternidad en solitario, la adopción, el ser perfecto, las nuevas tecnologías, entre otros temas actuales, son tocados en la puesta en escena Konrad, el niño que salió de una lata de conservas, una obra infantil que los mayores deben ver.

“La hicimos pensando en la familia, que pudieran todos disfrutarla. Lo importante que se plantea aquí es que tenemos que estar concientes de que los niños viven en un mundo de adultos que pensamos desde la perspectiva de los adultos, lo que creemos que ellos quieren y no es así”, declaró Andrea Salmerón directora de la obra, la cual se presenta en el Teatro Xola Julio Prieto hasta el 31 de mayo.

Berti Bartolotti es una mujer independiente que trabaja desde su casa como tejedora de alfombras, vive sola y feliz en medio de su colorido caos. Un día, la inesperada llegada de Konrad, un niño hecho en fábrica que no recuerda haber pedido, le cambiará la vida.

Berti en realidad no entiende a Konrad, ese niño “perfecto” incapaz de adaptarse a una comunidad imperfecta, pero deberán ceder, conocer y aceptar al otro para formar una familia única.

“Todos debemos tener un porcentaje de adaptación, sobre todo porque tenemos que convivir con otras personas que tienen necesidades y gustos distintos a los nuestros.

“En la posibilidad de adaptación y aceptación de los que son distintos, es en lo que radica nuestra propia riqueza y ese es el problema de Konrad, el darse cuenta que no todo es blanco y negro, que lo diferente no es menos perfecto o malo”.

Andrea Salmerón comentó que esta historia contrasta con los momentos de encono y división que se vive en México, donde los niños son las mayores víctimas.

“Es importante hablar sobre la convivencia entre las familias, que a ésta la conforma quien te cuida y quien te quiere. Que todos seamos capaces de mirar a las personas de alrededor y de ser generosos con el tiempo y las necesidades de los demás, esto nos daría más empatía en la sociedad”, señaló.

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