Aparte de su alcoholismo y los problemas que éste le ocasionaron en su carrera, el cantautor, Reyli Barba habló de otros temas relevantes de su vida durante la entrevista que tuvo con Yordi Rosado; como por ejemplo, sus inicios en la música, el momento en que se sacó la lotería y cuando el grupo Elefante abrió varios conciertos de Maná, lo cual le ayudó para despuntar.
El artista que ha compuesto más de tres mil canciones nació el 12 de abril de 1972 y creció en un rancho, en Chiapas, donde trabajó desde los siete años. Durante toda su vida ha sentido vocación por la música, incluso, siendo todavía un niño ya mostraba sus habilidades.
“Desde chiquito sabía que iba a vivir cantando, el primer acercamiento con el público fue a los cuatro años en una feria del pueblo. Yo era de estar en el escenario”, señaló el intérprete.
En su adolescencia viajó a Mérida, ya que sentía la necesidad de tocar otros territorios, tenía la necesidad de viajar, posteriormente se mudó a la Ciudad de México en donde arrancó, poco a poco, su carrera como músico.
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Durante los primeros días en que se adaptaba a la capital compuso bastantes canciones, lo que le sirvió de catarsis, un desahogo, mientras imaginaba su futuro como una grande estrella y cantaba en todos los lugares donde se lo permitían.
La única banda de la que ha formado parte fue Elefante, que al principio se llamaba El Quinto Sol; después Reyli y los Quintos hasta que fueron evolucionando.
“Cada vez teníamos mejores canciones, eran, cuatro, cinco horas de ensayos, muy disciplinados siempre. Lo que logramos fue por dedicación, por disciplina, nos hicimos, nos forjamos como músicos”.
Pero no todo fue fácil, el cantante recordó que en una ocasión le pidió 100 dólares a Fher de Maná para poder grabar su primer disco, pero éste lo rechazó, ya que Elefante era un grupo todavía nuevo; tiempo después una compañía les prestó el dinero y el resto es historia.
Posteriormente dijo que fue el mismo Alejandro Fernández quien, sin querer, les dio su primera gran oportunidad, ya que le puso su disco a Fher, el mismo que no había creído en ellos, y de ahí nació la idea de invitarlos a abrir sus conciertos, algo que considera que les cambió la vida para siempre.
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